Juan Pérez de Mungía

La nación podemita y el discurso filofascista

La nación podemita y el discurso filofascista
Pablo Iglesias.

Cada país, su Caudillo, cada nación, su ideología, cada época su líder. País, nación y época coinciden en una figura, en Pablo Iglesias, reencarnación del movimiento filofascista socialpatrio organizado en partidos políticos, grupos de música, tribus urbanas y movimientos sexo-apocalípticos. Iglesias ha redescubierto el pasado. Es fácilmente identificable descomponiendo su discurso bajo un prisma y analizando el arco iris de sus propuestas. La vulgarización y reducción del mensaje a una idea-fuerza que pueda ser rápidamente digerida por la masa caótica de los individuos, es parte del ecosistema mental de la ideología, la capacidad receptiva de una masa que prefiere el aplauso y la sumisión a la reflexión, que es limitada y de comprensión escasa; además todos carecen de memoria porque antes carecían de información. Desconocen la historia y hasta dónde pueden repetirla.

En este artículo no hay discusión moral sobre si Iglesias es bueno o malo, ni siquiera se discuten si sus propuestas son reales o imaginarias, el tema principal es el regreso a la irracionalidad de la política y el intento de ascender hasta sentarse en el púlpito del Congreso, pues a su entender se trata de sustituir la religión cristiana por la ideología pagana al tiempo que sus adoradores componen una familia ideológica que se encuentra por encima de la familia biológica. La reivindicación típica de todas las sectas desde el kukusklan de los okupas hasta la cienciología política. El discurso de Unidos-Podemos, las Mareas y el resto de marcas blancas de los podemitas aprenden de los postulados del Movimiento Nacionalsocialista.

Iglesias no es Hitler, ni Mussolini, ni Perón, ni Primo de Rivera. Pablo Iglesias es un nuevo líder joseantoniano carismático para una parte de la población que después de sufrir la crisis cree en el misticismo político para lo que se construye un universo de símbolos y comportamientos que fijan un movimiento social. Los imanes de esta tribu son una minoría compenetrada, que desea educar a sus hijos en comuna, que vive intensamente la actividad política como una secta. Se dedican exclusivamente a eso. Son profesionales de la política, como ciertos zapatos, las 24 horas.

Los ideólogos de estos partidos solo piensan en movilizar a la «gente». En los mítines tienen su público, lo traen y lo llevan, pero en todo caso no se dirigen a las personas, se dirigen a la masa. La piensan como mera agregación de voluntades, como muestras de repudio al otro y de adhesión al propio, como se hacía con el Caudillo en las fiestas que convocaba para sí mismo. El secreto está en la masa madre. En los movimientos populares al igual que en la religión, la reflexión individual desaparece, la razón naufraga, se sustituye por el cántico coral de los seguidores con frases irracionales que no indican nada, como un mantra que a todos seduce, «Sí se puede» en alusión al marketing huero del «Yes We Can», como si aupando a Iglesias desaparecieran, como por encanto, todas las miserias del mundo. La masa solo obedece consignas, el individuo viene a ser deglutido por los falansterios del poder podemita bajo pena de sangre. Los iconos de Iglesias toman cuerpo en el uso de las máscaras de papel, de anonymus o de «Totenkopf», o de payaso diabólico y asesino. Celebran su Halloween. El saludo del puño cerrado y alzado pasa a ser el saludo del puño al pecho, como el saludo de Ave Cesar, los que van a morir te saludan, sustituye el saludo cristiano de la palma abierta sobre el corazón; estrechar las manos se cambia por el «abrazo» de las manos al estilo de la NBA, el beso inocuo de los indecisos y ambiguos, o como en las «maras» haciendo chocar los nudillos.

Iglesias aparece siempre rodeado de Errejón y en compañía de su guardia, las hembras del podemita, como Hitler se hacía acompañar de Goebbels, Himmler y Goering. La forma de vestir, de gesticular, de mover las manos, de apoyarse sobre el atril, inclinándose levemente sobre el micrófono, inclinándose levemente sobre el público que le escucha arrobado, es una postura de pleitesía a su público del cual proclama a los cuatro ejes que es quien le demanda su actitud. Y en su actitud se crece. Existen más delincuentes en la cámara que delincuentes pasean por los calles. Iglesias se ha casado con el pueblo, con su pueblo, como Hitler se casó con Alemania, con su Alemania.

Solo hay un enemigo, así es más fácil definir al adversario al que convierte en el símbolo que hay que derribar. Los adversarios, si son varios se suman en una sola categoría, la casta, que representan PP y PSOE dos caras de la misma moneda y todos los demócratas que les acompañan en el trayecto. Los recortes, el capital, el Ibex35, Rajoy, el PSOE, Ciudadanos. Iglesias es el único diferente, el único indifirente a la masa que le sigue a ciegas y cree ser parte de Iglesias.

«La Conquista del Estado», vociferaba Ramiro Ledesma, es la fuente para sustentar la idea del asalto al poder, es literalmente la toma del poder para así, desde el Estado, disolver los partidos y crear un movimiento de partido único. Con ese fin emiten constantemente comunicados a través de los naturales medios de comunicación de masas, twitter, Facebook o por Whats’up. Renuevan sus impromerios y falacias a un ritmo imposible de seguir de modo que el único adversario, la casta fragmentada, no tiene capacidad de contestar y si lo hace sobre algún punto, descuida el resto, dejando un vacío que viene a ser interpretado como una carencia.

El discurso de Pablo Iglesias se basa en el adoctrinamiento, intenta construir el mito del hombre fuerte. La vida no perdona la debilidad clamaba Hitler. Se incita a la violencia y se declara el ejercicio de la misma como un derecho civil siempre y cuando la violencia sea solo una forma de coacción para cambiar el rumbo de la historia. Busca la formación de un nuevo ciudadano con conciencia socialista. Los partidos no son la base de la democracia, como tanto cacarean los politiqueros. Un país no tiene porqué sacrificarse para sostener un sistema, el sistema debe servir al pueblo (1).

Nadie niega que Pablo Iglesias, Monedero, Colau, Errejón, Tardà, Bescansa, Domenech, Rufián, Homs y cía busquen convencer a mucha gente basándose en una premisa falsa; su pensamiento es unánime, todos piensan como ellos, todos han sufrido la crisis y la sensación de esta vivencia es la que une el discurso y la identificación de la masa con sus líderes. No les importa trasvestirse de camaradas, estos hijos y convecinos de la oligarquía.

Si el 15-M fuera un movimiento que luchara contra el sistema se enfrentaría directamente a los órganos de poder, es decir, manifestarse y protestar delante del parlamento en Madrid, delante de los parlamentos autonómicos, frente a los bancos….O sea enfrentarse a los verdaderos responsables de la situación y por lógica estando acampados en una plaza no se consigue nada, de hecho los promotores de las acampadas están subvencionados para ello, para evitar que otros sí quieran atacar a la raíz del problema (2)

Podemos está contra el 15-M. Se ha transfigurado. Sus líderes, como Iglesias, encarnan el asambleismo en estado puro a base de negar la asamblea. No estuvieron allí al pie del cañón. Olfatearon el momento para luego proceder a desmocharlo porque les daba mala imagen, y necesitaban líderes. Iglesias, Errejón y Monedero son muy elitistas como lo fueron los nazis.

Iglesias y Monedero son profesores de la Escuela de Dictadores de la Complutense que eufemísticamente llaman Ciencias Políticas, entrenados en la barricada y en la coacción de las huelgas estudiantiles tan fáciles y espontáneas. Errejón es un alumno aventajado que busca una vía alternativa a la de sus tutores que ofrece una cara amable y reflexiva, más educada y formal que actúa de contrapunto al discurso de Iglesias para así implementar su efecto. Los profesores del Movimiento podrían impartir un programa académico que un lector poco imaginativo desglosaría en las siguientes asignaturas:

Religión cristiana e ideología pagana
Familia ideológica y familia biológica
Asalto al poder y Conquista del Estado
Acoso político y mascaradas como derechos civiles
Escraches a la Casta: una reivindicación social
Redes Sociales y Propaganda
Señalización e Identificación de Enemigos
Innovación y Desarrollo de Propuestas Míticas
Espejos Deformantes y política del pueblo para el pueblo
Movimiento Orquestal y Explicación Freudiana del Comportamiento Político
Ciencia Política y Verosimilitud
Odios y Prejuicios Nacionales
Silencio Argumental y Contraprogramación

(1) y (2) http://www.estudiodehitler.com/2012/05/extracto-del-discurso-de-hitler-ante.html

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