Victor Entrialgo de Castro

El guardián entre el centeno

El guardián entre el centeno
Víctor Entrialgo de Castro, abogado y escritor. PD

En el Congreso todos van a lo suyo menos yo, que voy a lo mio. He querido evitar que el partido socialista cayera en el precipicio de Rajoy pero no lo he podido evitar. Me siento incomprendido.

Durante estos diez meses y once semanas de vacaciones en que he tenido bloqueado al pais, quizás porque me bloqueé yo mismo, he imaginado a muchos diputados jugando en un gran campo de centeno. Y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, excepto yo. Y yo estaba al borde de un profundo precipicio. Mi misión era evitar que el partido cayese en el precipicio.

Compañeros, qué parte del no a Rajoy es la que no entendéis. Con Iglesias y Podemos, con los que ya tenía casi conformado el Gobierno, eso es lo que hubiese hecho todo el día. Quería ser el encargado de cuidar a los diputados en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser.

Pedro Sanchez, igual que Pablo Iglesias, representan la «civilización de la ligereza» como tendencia de nuestra época, de la que habla Lipovetsky, del narcisismo apático, del hedonismo, la frivolidad, el asalto al poder a cualquier precio, sin que sea preciso ningún prestigio personal, autoridad académica o moral.

Y no ha dudado en servirse para intentar gobernar, de esa otra manifestación de «la ligereza», los populismos como el de Iglesias pagados y no desmentidos por potencias extranjeras. Disfrazados de progresismo y que pretenden convertir el hemiciclo en una pista de circo desfilando de la mano, llevando un dia al bebe, y otro atada la mascota o el chimpancé.

La civilización de lo ligero se caracteriza igualmente por la ignorancia de la historia, rechaza el compromiso, la obligación, las ataduras, en favor de lo cool, la indiferencia, la radicalidad amorfa como moda, la falta de responsabilidad de los responsables políticos. Los seres evanescentes.

Elija mañana la forma que elija Pedro Sanchez para cerrar temporalmente su ciclo como secretario general no le cabe otra que entregar el acta de diputado o abstenerse y acatar como secretario general lo que ha ordenado la Gestora presidida por Javier Fernandez, que representa justamente lo contrario.

Sea como fuere, Pedro Sánchez quedará de guardián, no de las esencias, que las esencias del PSOE a él le traen al pairo, sino de guardián entre el centeno, esperando una nueva oportunidad.

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