Esther Esteban

Y ahora… ¡A trabajar!

Y ahora... ¡A trabajar!
Esther Esteban. PD

Ya hay gobierno nuevo, han tomado posesión de su cargo losministros y ahora ¡a trabajar! La cosa -después de casi un añoperdido como el día de la marmota entre elecciones e investidurasfallidas- no está para milongas ni nadie le va a dar a este nuevogobierno de Mariano Rajoy los protocolarios 100 días de graciaque se regalaban antaño, a modo de cortesía.

La cortesía hapasado a mejor vida desde que los «Rufianes» que tienen suminuto de gloria en el Parlamento lo utilizan para escupir bilis y elinsulto en un tuit o en cientos de ellos, ha sustituido a laspropuestas políticas.

Mariano Rajoy, Soraya Sáez de Santamaría, Luis de Guindos,Cristóbal Montoro, Fátima Báñez, Dolores de Cospedal, AlvaroNadal, Juan Ignacio Zoido, Alfonso Dastis, Dolors Monstserrat, Iñigo De la Serna, Rafael Català, Isabel García Tejerina e IñigoMéndez de Vigo se van a a tener que poner manos a la obra,sean nuevos en sus cargos o no y lo tendrán que hacer de unamanera rápida, tenaz y dialogante, salvo que se quieran unalegislatura de un suspiro porque, sin consensos, no podrán sacarninguna ley adelante.

Todos ellos tienen unos buenos curriculum académicos: sonabogados, catedráticos, economistas, jueces, MBA deprestigiosas universidades etc…

Aunque ahora eso no esté demoda -salvo si se es ¡claro está! profesor o politólogo- pero másallá de su preparación- y de que varios sean los números uno desu promoción- si no tienen «cintura política» y unas buenas»tragaderas» en términos ideológicos para aceptar en parte lo queles venga de sus adversarios, no habrá forma de salir del agujeronegro.

Y el tema es que hay demasiados asuntos pendientespara enredarnos en si el nuevo ejecutivo tiene más dosis decontinuidad o de renovación, o en sacar los demonios de quienesrepiten.

El presidente del Gobienno está en su derecho y tiene la exclusivacompetencia, de hacer el equipo que quiera y es de suponer queha pensado en el que mejor puede ayudar a España a superar lacrisis.

Solo desde el sectarismo más absoluto se puede decir quealguien es tan maligno para querer y hacer lo peor y más dañinopara sus ciudadanos, aunque es cierto que en nuestro país derencores, de blancos y negros sin matices, hay gente «pa to».

El tiempo, ese juez implacable para todos, dará o quitarárazones y aunque es verdad que faltan mujeres -aunque las quehay acumulan el máximo poder-; que no ha creado unavicepresidencia económica- y sigue reservándose para élla presidencia de la comisión delegada de asuntos económicos -oque muchos hubieran esperado un mayor cambio generacional ola inclusión de independientes, lo verdaderamente importantes esla gestión porque la gestión sí importa, sobre todo cuando siguenlas vacas flacas.

«Amabilidad, mano tendida y diálogo». Así recogieron los periódicosla oferta que realizó ayer Iñigo Méndez de Vigo, el nuevo portavozdel Gobierno, en su primera comparecencia tras el primer Consejode Ministros de esta nueva etapa y también recordó lasprioridades políticas del estrenado mandato: techo de gasto ypresupuestos para 2017, ley y pacto nacional sobre la educación yotro modelo de financiación autonómica.

Méndez de Vigo dijo a losperiodistas que Rajoy le había aconsejado que fuera «amable» ensu nueva función de portavoz y que les dio una orden a todos susministros «La necesidad de hablar mucho, dialogar mucho, pactarmucho y consensuar mucho». Pues eso … Que así sea.

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