Hace dos meses tan solo nadie podía aventurar que el escenario político de estas navidades iba a estar tan sereno. Hemos pasado del síncope permanente a un grado de tranquilidad general, con los sarpullidos y erupciones cotidianas y latentes, claro está, insospechado en lo que a los asuntos de mayor cuantía se refiere, dejando aparte el consabido victimario catalán, que sigue estando ahí como el más purulento de los asuntos.
Rajoy no solo es presidente, algo que parecía un imposible cuando hace un año por ahora fuimos a las urnas y hasta que se contaron de nuevo los votos en junio e incluso entonces, sino que tiene amarradas ya varias claves de estabilidad y en nada un control de tiempos que a quien puede enervar es, vieja escuela mariana, a sus adversarios. Lo del otro día, presunto lapsus, de próximas elecciones no dejaba de ser ante todo un aviso a navegantes.
Los truenos parlamentarios de la oposición con instancias a derogarlo todo, a lo que se apuntan en tumulto desde los separatistas, siempre al lío, a los de Ciudadanos se quedan por el momento en pólvora en salvas mientras que en las cuestiones esenciales, las de los dineros y comeres, se gestan acuerdo y se conforman bloques muy sólidos. La culminación se ha producido esta semana siguiendo la escenografía prevista. El martes y miércoles grandes “palos” y derrotas parlamentarias al Gobierno instándole, Proposiciones NO de Ley, a que liquide todo legislado en los anteriores cuatro años, lo ultimo la Ley de Seguridad Ciudadana y la Reforma Laboral, pero el jueves el gran acuerdo sobre lo imprescindible, tangible y necesario. A saber, el Techo de Gasto del Estado, o sea la raya roja para todos y ¡para Bruselas!, el déficit de las Comunidades Autónomas, una décima más que supone un respiro para quienes las gestionan, entre ellos 7 socialistas, y la subida del salario mínimo a 707 euros, 53 mas de lo que estaba, lo que les parece a los niños de Podemos una miseria. Pero bueno ya vamos sabiendo que estos chicos tan extremos son en realidad ricos por familia y 50 euros les parecen bagatela. A los que la hincan de verdad y pasan fatigas mal no les ha venido. Y eso va en el habe de quienes lo han logrado y que no hay problema en reparto de méritos, unos por haber logrado que la economía ahora lo permita, el Gobierno, y otros por haber batallado para llegar a esa subida de un 8%, el PSOE.
Estos acuerdos, prioritarios, en los que sumaron votos PP, PSOE, Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria preludian el que va a ser el trascendental y donde se juega la legislatura, los Presupuestos y en el que se vislumbra que quizás pueda desmarcarse en dura oposición, o sea ponerse en clave martes para no dejarle ese campo a los podemitas, y que las cuentas salgan adelante con Ciudadanos, PNC, Coalición Canaria y el diputado de Nueva canarias que salió elegido en las listas socialistas. 176 exactamente. Pero el más que run-run, la calma de unos y la necesidad de otros es que saldrá. Sobre todo porque la necesidad hace virtud. El PSOE necesita tiempo y carece de líder no solo para encabezar una alternativa sino para poder ir a unas elecciones y Ciudadanos sabe que estas le serían fatales y está en eso de ver si se reencuentra con si mismo y sabe ya que quiere ser de mayor. A Podemos si le gustarían pero a lo mejor se volvía a dar contra los alambres y al PP, que le beneficiarían, no las quiere por principio, porque no puede ir a ellas, sin perder toda la cara y lo dicho, si no le obligan y porque además tampoco desea el escenario posible de un Podemos liderando la izquierda. O sea, que habrá Presupuestos si no hay una recaída en el suicidio sanchista. Y no parece.
Porque el PSOE si tiene línea de avance por delante, fructífera y cuyos frutos puede recoger electoralemente en cuanto disponga de cabeza y cartel en que personificarlos. La debilidad parlamentaria del PP es evidente. Esta forzado a ceder y pactar. Y esto , si el PSOE no se decide por abrazos extremistas y mayorías desquiciadas con separatistas, puede darles réditos a ellos y beneficios a España. Que la Lomce, por ejemplo, de paso a un pacto educativo y una ley consensuada puede ser el primero. Que de la ley de Seguridad Ciudadana se supriman y reformen los puntos más repudiables o que a la Reforma Laboral se le limen y hasta extraigan algunos colmillos lesivos para los derechos de los trabajadores sería el mejor camino. La otra senda, la de arrasar con ellas sin más y en compañía de Podemos y los separatistas no conviene desde luego a España, pero al PSOE aún, si se lo piensa un instante, le interesa menos.
En esto y en tantas cuestiones uno quiere avivar cierta esperanza y a tenor de lo visto algunos indicios se están convirtiendo en evidencias. Por ejemplo esa votación en el Congreso que apenas se ha relatado sobre el referéndum con el que los secesionistas quieren robarnos a todos los españoles el derecho a decidir, la soberanía popular, sobre un territorio de España, y en la que se quedaron solos Podemos y ellos. El bloque constitucional PP, PSOE y Ciudadanos de nuevo como representación de abrumadora mayoría de los españoles los dejó en enclenque minoría. Y Podemos se destapó, se está quedando cada vez más en cueros, en este aspecto donde juegan a confundir al que se deja. Porque y que se dejen de gaitas Pablo Iglesias, el su socia Colau y sus diferentes tribus territoriales, están en las mismas coordenadas que los separatistas. Suponen que España es una metrópoli opresora, un imperio carcelero, que tiene encadenados a los diferentes pueblos, los catalanes, los vascos, los gallegos y ahora también andaluces, baleares, valencianos etc etc y mañana el canto de Cartagena, claro. Pues esto es una Nación, antiquísima, viva, democrática, libre y para su cabreo de nuevo en la senda del bienestar, que ha logrado con sacrificio sostenerse, de la riqueza, del progreso y del mejor reparto a los más débiles. Y si consolidamos ese camino es cuando secesionistas y podemitas primero se cabrean muchísimo y luego empiezan a irse por el desagüe
