Cristiano Brown

¿A quién pretenden engañar con la reforma constitucional?

¿A quién pretenden engañar con la reforma constitucional?
Cristiano Brown. PD

Hace unos días, muchos ciudadanos españoles celebramos el día de la Constitución del 78. Existe un gran número de personas, la mayoría de la población de nuestro país, que entendemos dicha fecha como la conmemoración de la reconciliación entre españoles y los primeros pasos de un sistema democrático que nos ha traído prosperidad y bienestar. Otros, sin embargo, se empeñan en ver en esta Constitución un arma de los poderes económicos contra los más débiles, sin entender que en España a día de hoy existe libertad de expresión y se garantizan derechos fundamentales gracias a este documento.

Aunque 38 años no es mucho tiempo para un instrumento jurídico de tal magnitud, todo es susceptible de mejorar y modernizar. Ahora incluso el Partido Popular reconoce que se debe abordar la Reforma Constitucional, algo que negaba tajantemente hace unos años, olvidando cuando nos miraba como lunáticos a los que ya entonces defendíamos propuestas concretas para que nuestra Carta Magna garantice la igualdad de todos los Españoles y marque los mecanismos que permitan una verdadera regeneración de nuestra Democracia.

Tras leer diferentes declaraciones de los dirigentes de los cuatro principales partidos, me pregunto: ¿Esta gente está capacitada para emprender una reforma de calado del Sistema Constitucional? ¿Quieren de verdad abordar un debate que requiera altura de miras y altas dosis de negociación y consenso? Pues la respuesta es obviamente que estos partidos respecto a este asunto tan trascendental, no dejan de tener un discurso inconsistente y sin fundamento que únicamente sirve para titulares de periódicos, pero no para generar grandes pactos.

Tras el esperpéntico espectáculo vivido en la fallida legislatura que dio pie a nuevas elecciones, tras observar el comportamiento impresentable y, por qué no decirlo, un tanto pueril de los cuatro supuestamente grandes líderes de nuestro país, cualquiera teme que sean estos señores los que tengan que reformar la Carta Magna.

Yo no les dejaría ni sentarse a reformar una ordenanza municipal en mi ayuntamiento.
El PP se sienta a dialogar sobre la reforma porque no le queda más remedio por no disponer de mayoría absoluta en la Cámara Baja; el PSOE no está en el mejor momento de su historia, entre otras cosas, precisamente por no tener una opinión coherente sobre el modelo territorial; Podemos nos habla de una soberanía compartida entre el pueblo español y las distintas regiones; y C’s, pese a que a veces les escucho alguna reforma que pueda sonar interesante, se nota que han abandonado la idea de un país sin privilegios de unos sobre otros.

Con ese panorama en la política de nuestro país, hablar de una Reforma Consitucional con mayúsculas no deja de ser un engaño o una estratagema para generar titulares. Como mucho serán capaces de hacer un apaño, una chapucilla de última hora, para no evidenciar que solo se preocupan por sus intereses partidistas y su total carencia de sentido de Estado. ¡Por favor, que no traten de engañar más!

NOTA.- Cristiano Brown, concejal de Las Rozas y miembro del Consejo de Dirección de UPYD

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