Gracias al trabajo y la honradez
De los políticos en general, marcha
Este país, no obstante la contramarcha
Que le pone, por desgracia, alguna vez,
Más de un espíritu procaz y soez,
Que, con buenos modos, su saña emparcha;
No son conscientes que, cual capa de escarcha,
Con el sol de la ley, se diluye su hez;
Esta asquerosa plaga de garrapatas,
Que están por chupar la sangre del Estado,
Tiene que saber que, con sus encerronas,
Lo más que consiguen es andar a gatas,
Simplemente porque en este país, de grado
Muchos políticos son… ¡buenas personas!.