La fecha en que la suerte estará echada será mayo. Antes se habrán ido pasando rubicones y puede que hasta lineas de no retorno pero será en mayor cuando la legislatura este decidida en un sentido o en otro.¿Y por qué mayo?. Pues porque entonces el presidente del Gobierno tendrá capacidad de poder disolver las cortes y convocar elecciones. Hasta entonces no puede hacerlo. Y queda siempre, hasta entonces y después a merced de una moción de censura y de que el Parlamento elija un candidato alternativo. Y ,como se obcecaba Sanchez, las matemáticas de suma de escaños dan para ello. Lo que no da es la razón, el interés general y la sensatez mínima. Y ahora tampoco da la política.
La fuerza de Rajoy no proviene, aunque cuenta, de sus 137 escaños, a pesar de que le saque 52 de diferencia al segundo, sino de la situación que va de la angustia, a la bipolaridad y al desquicie en que se encuentran sus adversarios y sus aliados, estos más bien tornadizos. El PP puede sufrir y está sufriendo continuas derrotas parlamentarias eso es un hecho y va a ser una constante. Pero hasta donde pueden llegar sus rivales. ¿Pueden desalojarlo de la Moncloa?. ¿Pueden plantearse una moción de censura y un presidenciable? Esa es la pregunta. Y la respuesta es no. El PSOE ni siquiera tiene un candidato y lo que tiene es una casa en ruinas y una disputa atroz por los escombros. Y con eso está todo contestado. ¿O le va a dar la presidencia a Podemos? ¿O en una rocambolesca carambola votar los unos y los otros a Rivera? Ni al que asó la manteca se le ocurre, aunque siempre hay alguno que delira..
Pero hay una segunda pregunta y esa tiene más aristas.¿Y si fuerzan a Rajoy demoliendo todo lo realizado en la anterior legislatura y lo llevan a situaciones inasumibles, que puede pasar?. Pues entonces y llegado mayo, una fecha en realidad cercana y antes de la cual difícilmente pueda salir adelante una ley que, por ejemplo, supusiera la total y absoluta aniquilación de la reforma laboral o de cualquier otro asunto esencial, el presidente es cuando puede plantearse que lo mejor es que los ciudadanos vuelvan a hablar en las urnas si entiende que lo que se pretende es impedírselo u obligarle a tragar con ruedas de molino. Y ojo, que una y la mas intolerable puede tener que ver con Cataluña si como sucedió en una de las ultimas sesiones socialistas, podemitas, independentistas y Bildu se ponen a votar juntos.
El Gobierno y Rajoy han de tener ya interiorizado que lo que hay por delante es negociación y saber ceder para llegar a acuerdos. Pero ¡ojo! La oposición debe entender que ellos también han de hacerlo, que pretender imponer sus axiomas de manera total y absoluta no tiene tampoco ningún recorrido. Y que el tiro les puede no salir no solo por la culata sino reventarles en toda la cara. La finalización abrupta de la legislatura les pillaría literalmente en cueros vivos y con las vergüenzas al aire. A todos. Al PSOE en plena guerra fratricida y sin cabeza. A Podemos ni sabemos en que acabara su sainete y Ciudadanos mejor que se lo haga mirar y se decida de una vez lo que quiere ser de mayor porque el personal empieza a estar hasta las narices de sus arrebatos de adolescentes y sus dudas existenciales.
Por ello no queda otra que negociar y pactar y si son medianamente listos, o al menos hacen de sus necesidades virtud, lo harán quienes tienen que hacerlo. A saber, el PP, PSOE y Ciudadanos y en las cosas que suponen los asuntos mollares, las cosas del comer y también las que afectan a la Nación en mayúscula. Eso es lo que les conviene . Egoista y partidistamente a todos y viene a resultar que es también lo mejor para el interés general, para la marcha de la economía, para las cuestiones de Estado. O sea, que lo mejor es que tanto PSOE como Cs modulen, sepan apretar, pero no se les vaya la mano, no tensen la cuerda en plan matón, porque en realidad quien tiene ya la sartén por el mango el Rajoy y les ha demostrado ya un par de veces que sabe utilizarla. Si se pasan de frenada quienes acaban de siniestro total y en el barranco son ellos.
