Jordi Rosiñol Lorenzo

El espectáculo debe continuar

El espectáculo debe continuar
Jordi Rosiñol Lorenzo (PD). PD

Hoy la visita ideal para «disfrutar» de obras sorprendentes no era en absoluto la feria Arco de Madrid.

El destino ideal era Palma, que ha ensombrecido cualquier expresión de arte ante el espectáculo Real vivido en sus juzgados.

La performances surrealista la han titulado «como liberal al condenado sin que parezca una farsa» y en pocas horas la quimera de vergüenza ajena se ha saldado con los dos socios en libertad, y con la guinda sobre el pasteleo. Se cumplió el dicho de, siempre han habido clases!

Y es que, como muestra un botón, en este caso una ristra de botones dorados visten al espigado yerno y cuñado, con la cara alta y dura, le despachan con coche y chofer, y con su pasaporte en el bolsillo, para que pueda viajar donde quiera y, vivir felizmente en Suiza.

Bueno, y en modo recordatorio sin afán de ofender, si el señor se acuerda en algún momento y, si por casualidad se encuentra algún juzgado por el camino pues que pase a firmar, pero si no hay ninguno tampoco es problema no se esfuerce, envíe una postal graciosa de los Alpes cada mes al juzgado de Palma dando recuerdos al tribunal y listo.

Una decisión que bajo ninguna duda está sujeta a ley, que el encaje de bolillos normativos ha enlazado muy bien los hilos. Pero al español corriente le viene a la cabeza muchas cosas y, compara con otros casos parecidos, sin ir más lejos a modo de ejemplo el de la señora Pantoja, que aún solo siendo la pareja (Debe ser más lista que la pareja del caso que nos ocupa) antes de acabar entonando coplas detrás de las rejas, tuvo que hacer frente a la fianza, le retiraron el pasaporte y, hasta casi el carné de la piscina, pero claro a ella en la pila no recibió las aguas del Jordán.

Ya con la mañana agotada, el funcionario de turno quiere cerrar flecos, y al ver sentado en el pasillo aún al figurante de la comedia, con cierta premura pregunta a la superioridad.

¿Pero con este que hacemos?

¿Con quién?

Pues con el socio, ese de las gafas.

Que hacemos con él? ese que no se queje! Que si hubiera tenido un pelagatos como socio ya estaría en Alhaurín, suerte a tenido!!! así que quítale el pasaporte y, que pase por el juzgado cada mes, venga meterlo en un taxi y, que se dé con un canto en los dientes!

Señoría y las fianzas? Déjalos Paulino, mira que te gusta tirarle al tobillo hombre, no tienes bastante con lo que han sufrido, vamos a comer que hoy es jueves y, nos vamos a quedar sin la paella del menú.

¡¡¡Que ingrata es España con la gente de bien!!!

Jordi Rosiñol Lorenzo.

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