Dos catedráticos de Derecho Constitucional se enfrentan sin careta, todo lo más, el de la Universidad de Barcelona tras las débiles imágenes de Quebec y Escocia.
Enoch Alberti utiliza el tèrmino independencia aceptado por el propio Ateneo de Madrid, introyectado por el uso machacón que vienen haciendo los promotores del proceso y muchos medios con inconsciencia digna de mejor causa. Las 13 Colonias se independizaron de su metrópoli colonizadora, el Imperio Britanico. Los Estados Confederados de América declararon su SECESIÓN de los recién creados Estados Unidos de América.Por cierto, con el resultado para aquel proceso, de una guerra.
Esto; comprensiblemente en parte, es cuidadosamente obviado cuando se buscan paralelismos históricos como Quebec o Escocia de génesis completamente distinta .La senyera figura en el escudo de España desde su nacimiento, vigente hasta el 39 y despuès. Y el Reino de Aragón, que englobaba a Cataluña, también aparece, es decir, esenciales socios fundadores
Por eso el representante del lado amable de los secesionistas, que usan menos argumentos intelectuales y màs la injuria, Enoch Alberti, trataba de ignorar tales circunstancias para ir de pasada a 1714 y centrarse en el agravio de la supresión de 14 artículos de los 226 del Estatut por sentencia del TC de 2006.
Javier García Roca, de la Complutense, con retranca admirable y sentido del humor procedente de su confianza de estar a favor de la Historia, recordaba que si bien hubo un solo partido que planteó la reclamación al TC que dio el resultado conocido, no era cierto lo que el docto catalán afirmaba de que era un movimiento de base y no existían maniobras desde arriba por parte de políticos catalanistas derivados a independentistas. Habría que preguntarse entonces, añado yo, el por qué del famoso 3%, que enriqueció a promotores de la nueva Patria y creó el gérmen de la nueva Hacienda catalana.Y quienes y por qué fueron los donantes de tal mordida.
Por ello, sobre todo por el ocultado paralelismo estadounidense y su Guerra de SECESIÓN, habría que evitar la chulería de patio de colegio del «pondremos las urnas pase lo que pase», no sea que pase.Y aunque suceda en su versión descafeinada del 155 y defensa de goma frente a «espontáneos» manifestantes.Porque estas cosas se suelen saber muy bien cómo empiezan y muy mal cómo pueden acabar. Excepto que alguien tenga como inamovible «un cuanto peor mejor» como proyecto dinamizador de sus aspiraciones.
De ahí el interesante uso de la palabra negociación por ambos contendiente, quizás inspirados por la razón en lugar de la emoción de la calle. Más de una docena de veces apareció. Y es que García Roca la proponía frente al inmovilismo del no jurídico constitucional y Alberti tras consulta popular que Garcìa Roca veía inviable sin una Reforma Constitucional y un refrendo nacional y catalán, por ese orden.
También exigía García Roca 2/3 para calificar de representativa una mayoría a favor de un proceso así en lugar del débil 48% de los escaños del Parlament aducida por Alberti.
Y es que 3 o 4 vecinos no pueden decidir poner ascensor en una comunidad de 10 propietarios.Pensemos si ni tan siquiera la mitad puede decidir la secesión de un trozo del territorio nacional. España, nación de naciones, puede, siempre que no se niegue que España es una nación.
Habría que desear que el menos común de los sentidos diese sentido al bien común.
