Es que usted, señor Rivera,
Perdone que se lo diga, ha saltado
Del nido a la Carrera
De San Jerónimo, fiado
En volar sin haber aún emplumado;
Esto en cuanto al viento
Se refiere, puesto que en el Tajo
Del líquido elemento
De oficio tan noble, cuajo
No tiene, pues sigue siendo un renacuajo;
Y metido en la selva
De una actividad que exige solvencia,
Es mejor que usted se vuelva
A lar, pues que a su querencia
De apagar fuegos, le falta experiencia;
Por más que siempre al monto
Esté para que nada falte en su mesa,
Su vino y su pan pronto
Al cubo irán… Son remesa
De uva verde y de harina gruesa;
Y aún más: si un acuerdo
Hay que tomar respecto al primer plato,
Si de vaca o de cerdo,
Siendo que Ni-Ni es un rato,
En vez de liebre, lo que sirve es gato;
Y siempre a la deriva,
A la hora del postre nunca se sabe
Si habrá que pagar iva
Por subirnos a su Ave,
O que nos arroje por la borda cabe;
De vuelta a casa, pregunta
Uno con hambre y con sed: ¿Es usted
De Génova, o de la Junta
De Andalucía?… Pared
En medio… ¿Acaso lo sabe su merced?.