Hermann Tertsch

Largas sombras

¿Qué verdades terribles y trascendentes se nos hurtan de estos tres lustros?

Largas sombras
Hermann Tertsch. PD

EL criminal proyecto chavista de Venezuela, último gran experimento de la ingeniería social de la izquierda ideológica, aplicado durante más de tres lustros con todos los apoyos políticos y recursos económicos imaginables y, pese a ello, trágica y sangrientamente fracasado, lanza en su aparatosa agonía graves sombras sobre España.

Hay muchos españoles corresponsables del dolor, el hambre, el miedo y la muerte en todos estos años de jugar con los seres humanos mientras se saqueaba al país más rico de América del Sur.

Ahí están los de Podemos pagados como agentes del siniestro aparato para, al igual que los servicios secretos cubanos, formar cuadros comunistas en el aparato chavista. Algunos de estos agentes españoles arribaron en Venezuela poco después de que en España, en marzo del 2004 y gracias a las bombas de Atocha y sus 192 muertos, llegara al poder José Luis Rodríguez Zapatero.

Quien ahora mismo es el mayor valedor de un régimen ya abiertamente criminal, golpista y volcado en la delincuencia como es el de Nicolás Maduro. Quizás algunos de estos enlaces ya estuvieran antes en Caracas, como estaban militantes de ETA, esa banda a la que Zapatero llegó a tratar como hoy al régimen golpista venezolano.

Aquellos agentes comunistas españoles ganaron en Caracas mucho dinero y recibieron de allí el apoyo necesario para su franquicia totalitaria en España.

Que habría de capitalizar las nuevas corrientes de odio y revancha que, con su voladura de la cultura de la transición, iba a poner en marcha desde La Moncloa el propio Zapatero.

La descalificación de la reconciliación nacional en aras de una nueva doctrina del enfrentamiento contra «la herencia franquista» para una legitimidad frentepopulista fue clave en esta lucha ideológica.

Sin ella no cabe entender una juventud radical tan ideologizada y guerracivilista en su ofensiva para deslegitimar la transición y la Constitución de 1978. Se dice que las relaciones especiales de Zapatero con el régimen -creado por Hugo Chávez sobre una base ideológica comunista y la fortuna petrolera- surgen después de 2004 con los negocios de armas bilaterales.

Habrían participado ministros españoles después asiduos del Caribe, con lazos muy privilegiados en la capital clave que es La Habana, donde radica el centro del poder estratégico del chavismo, financiado desde Caracas pero dirigido por Cuba.

Y competente en la expansión ideológica, económica y cultural del chavismo, los negocios de la guerrilla colombiana de las FARC y las compras de voluntades por todo el mundo. Incluidas las relaciones con el régimen de Teherán, otro aliado de Chavez, apoyo directo para los agentes chavistas españoles en la organización de Podemos y promotor de la alianza de Civilizaciones de Zapatero.

Hay quienes sugieren que las relaciones de Zapatero con Venezuela son anteriores. Chávez tenía una clara motivación para derribar al Partido Popular porque acusaba a José María Aznar de haber apoyado el intento de derrocarle a él en abril del 2002. En todo caso, hoy vemos con estupefacción el ignominioso papel de un expresidente español convertido en desvergonzado protector de un régimen criminal y al actual Gobierno de la Nación prestándole en ello impúdica cobertura.

Aunque el poder insista en entretener a la sociedad con corruptelas mezquinas del más vulgar corral político, aun hay españoles que se preguntan cuáles son las verdades terribles y trascendentes que se nos hurtan de estos tres lustros. Que arrojarían luz sobre las largas sombras de siniestras complicidades que ocultan las causas profundas del descarrilamiento de España.

Y del amplísimo consenso del engaño que nos niega los recursos para reaccionar con veracidad, convicción y coraje ante las mil amenazas que nos acechan y paralizan..

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