Víctor Entrialgo de Castro

La pasión según cada uno

La pasión según cada uno
Víctor Entrialgo de Castro, abogado y escritor. PD

La Semana Santa adquiere de pronto un nuevo y sorprendente auge en estos tiempos de descreimiento mientras algunos titireteros pretenden acabar con ella con cornetas de alguacil, dando voces en un mítin y escribiendo chorradas en boletines de ayuntamiento.

La pasión de cada uno es lo que le mueve, la emotio, las emociones y eso cada uno las encuentra donde quiere, donde puede o donde no imaginaba que las iba a encontrar. Depende de la tradición y su fisiología, su biología, sus circunstancias, su voluntad. En la ciudad, en el pueblo, en la playa, en la montaña, en la Champions. Huimos. La Semana Santa nos mueve hacia dentro, hacia fuera, hacia la gran ciudad, hacia el pueblo. España huye de si misma.

Sucede en Semana Santa, pero también el resto del año. Los separatismos de esta España irredenta y «gibraltareña», la reconversión de asesinos en concejales, la guardería de Podemos tratando de dividir España para vencer, las taifas que que algunos se han inventado en el PSOE en provecho propio. España en lugar de volver a su esencia, profunda y diversa, no hace otra cosa que huir de si misma.

Cosa diferente es que incluso para el creyente que acude a las numerosas procesiones y representaciones, no resulta fácil trascender de la representación, a la vivencia de la creencia. La de Jesús cautivo, la del silencio, la pasión de Valladolid, la Soledad y el Cristo Yacente en Madrid, las Turbas de Cuenca, el Romper la hora con los tambores de Calanda, el Cristo redentor y los gitanos en la juderia de Granada, Las palmas de Elche, los Estudiantes de Oviedo, el Cristo de la Buena Muerte con los legionarios de y en Sevilla con más de 60 cofradías, la Macarena, el Cristo del Gran Poder, la Esperanza de Triana, la de los gitanos, o «la espantá» que ha tenido lugar en la Madrugá.

¿A qué esperan, por cierto, nuestras autoridades a comprar unos megáfonos para las grandes concentraciones en tiempos en donde la gente puede ponerse a correr por unos petardos y el tumulto puede provocar más daños que su causa?

Y en medio de la pulsión de muerte la pasión de vida que representan las vacaciones o la emoción del juego del fútbol con la Pasión de Champions.

Pasión, muerte y resurrección de Cristo. Resurgir de nuestras tribulaciones, seguir cada uno adelante con su cruz, con su Pasión, con lo que nos ayuda a vivir y nos mueve.

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