Claro que les falta un agua, pero de lejía:
Tienen el paño mental tan sumamente guarro,
Que el vestir con él alguna idea es porquería;
No se sabe bien si lo que arrastran es barro,
Que se les ha pegado en alguna obra impía,
O echan pestes porque se les ha roto el tarro
De las esencias de su discurso, ya sin más luces
Que oír gilipolleces y hacerse uno cruces;
En este sucio mundo nada es verdad, nada
Es mentira, -lo que sabemos que viene de antiguo;-
Y en base a ello, por quemar humo, se oye cada mamarrachada
De más de una individua o un individuo,
Que si la testa no se nos queda abismada,
El seso seguro que se nos queda ambiguo…
Y preguntamos: ¿Por qué en los corrales de las Teles
Y en sus balcones,… ¡tantos gochos y tantos peleles!?