Pero no se puede decir lo mismo acerca de que si gana Susana Díaz quien se forraría sería Podemos.
Hay una cosa muy clara: en estas primarias para elección de Secretario General se van a poner en liza los más de 180.000 militantes que el PSOE ha dado como aptos para poder ejercer el derecho a voto, pero el número de votantes que tuvo el PSOE en las últimas elecciones generales (aun siendo su peor resultado histórico) fue de casi cinco millones y medio. Es decir, que por término medio, cada militante socialista «arrastra» a treinta votantes españoles a votar a su partido.
¿Quiere esto decir que todas aquellas tendencias representadas en sus distintos candidatos a Secretario General que no se sientan a gusto dentro del partido después de las primarias van a arrastrar proporcionalmente un número de votantes en la dirección que escojan si es que así sucede? Pues no.
Es llegados a este punto cuando creo que si fuese Pedro Sánchez ganador de estas primarias por obtener mayor número de votos que los otros dos candidatos, obviamente lo será por haber recibido «mayor número de votos de la militancia» que no quiere decir que proporcionalmente esto esconda detrás un número mayor de votantes en unas elecciones generales.
Si olvidándonos de siglas, de todos es reconocido que la mayoría de votantes del país se encuentra en lo que denominamos centro (izquierda o derecha), en lo que supone cada tendencia política bajo las siglas de un partido ocurre lo mismo. Es decir, entre los millones de votantes del PSOE hay más personas simpatizantes de un partido «centrado» en su ideología socialdemócrata que no escorado hacia la izquierda más radical de Podemos aunque la mayoría de sus militantes elijan a Pedro Sánchez. Podemos ya ha obtenido el suficiente rédito de antiguos votantes del PSOE.
La conclusión final es que si gana Susana Díaz y a la mayoría de militantes se une esa «mayoría silenciosa» de votantes del PSOE el sangrado del partido va a ser mínimo y Podemos apenas va a notar un incremento por este asunto en su intención de voto. Pero… como gane Pedro Sánchez e insista con su anunciada radicalización puede haber una gran desbandada por el centro izquierda del partido más que de militantes, de votantes, que seguro que van a influir de manera notoria en la intención de voto a favor de Ciudadanos.
En reciente mal momento eligió Ciudadanos el eliminar de su ideario la frase de que «se nutre del liberalismo progresista y del socialismo democrático«. Y es que claro, conocedor de que su vivero de votos le ha llegado por su derecha y de que la corrupción de ésta le puede seguir alimentando, se ha apresurado a eliminar de su ideario todo aquello que suene a «socialismo» sin percatarse de que para mantenerse en el centro hay que ser un gran equilibrista y no dejarse caer hacia un lado u otro con tanta frecuencia.
Pero de todos modos, si gana Pedro Sánchez, que Albert Rivera esté vigilante a la siguiente hornada de encuestas posterior a las primarias del PSOE para su disfrute y contento.
