Grosero, millonario y patán, llegó con malos humos y se ha propuesto mantenerlos. Esta es la primera de las medidas, que no la última, que llevará al impeachment de Donald Trump antes de terminar su mandato. No le echarán sus votantes encantados con el populismo nacionalista, ni los malos humos que generará separarse del Tratado de Paris con tal de que funcionen a pleno rendimiento las chimeneas que permitirán contratar trabajadores a los que luego los humos de las mismas chimeneas matarán.
Ni siquiera le critican los rusos que parece ser le ayudaron a llegar. Son los chinos y los alemanes los más cabreados porque tendrán que doblar esfuerzos porque Trump ha decidido separar a EEUU del Acuerdo de Paris que la humanidad habia recibido con esperanza como uno de los pocos logros recientes de la comunidad internacional, por culpa de un egoísmo supino con riesgo para la supervivencia de la especie, elevado a doctrina nacional.
Retrasar a la humanidad, a pesar de la moral o la evidencia científica es la especialidad de los populistas de derechas y de izquierdas. Lo hicieron Hitler, Lenin, Fidel, Chavez, Honecker, Ceacucescu, Hoxa, y ahora Trump que si en algo coinciden es en haber atrasado a sus paises y a la humanidad treinta años o más. No sólo es la que arman. Es lo que hay que desmontar cuando se van.
Trump atacó el Plan de energia limpia de Obama para reducir la emisión de gases contaminantes y como todos los populistas, cambió los nombres de las cosas haciendo desaparecer términos como «energias limpias» o «efecto invernadero» de los papeles de Washington, ordenando que el cambio climático dejase de ser un factor a tener en cuenta en las decisiones de las agencias nacionales.
Trump pretende desregular todo aquello que en su opinión dificulta el empleo y las limitaciones de París a su juicio lo hacen, por lo que si hay que echar más humo a la atmósfera de todos, dar paso a proyectos petrolíferos que estaban aparcados o dar empleo a asesinos en serie, todo sea por el trabajo.
Donald Trump, un millonario patán que grosera y recientemente se ha burlado de Europa repetidas veces es peor que el Señor Burns Montgomery, el propietario de la central nuclear de los Simpson, que es malo pero su energia es limpia, y no pone en riesgo a tanta humanidad como va a poner este otro Hommer Simpson hasta que llegue, que llegará, el impeachment que desalojará de Washington al impresentable que ahora okupa la Casa Blanca.