Víctor Entrialgo de Castro

Y ahora, el que faltaba

Y ahora, el que faltaba
Víctor Entrialgo de Castro, abogado y escritor. PD

Hay un chiste de Jaimito, que explica la diferencia entre tenerlo todo y no tenerlo todo. Ante las explicaciones de la profesora a sus compañeros para probar que nunca se tiene todo, Jaimito levanta el brazo y asegura que su padre sí. ¿Cómo lo sabes? Muy fácil. El fin de semana pasado mi hermana trajo a casa a su novio que llevaba varios piercing en nariz, ombligo y orejas, tatuajes por todo el cuerpo,, pantalones con hambre canina y greñas que pedían a gritos champú. Al verlo mi padre exclamó: ¡Era lo que me faltaba!

Lo que no contó Jaimito es que el novio de su hermana venia del Parlamento. Pasado el mitin de de estos dias de Evita y Perón en la carrera de San Jerónimo no nos faltaba más que asistir a la pasarela Ferraz con un lider exigüo de bagaje laboral pero con un máster en derrotas electorales que no lo iguala nadie y enormes ansias de venganza, contoneando sus caderas en mangas de camisa camino de Ferraz, sabedor de que ha entrado en el radio de alcance de las cámaras.

No puede ser verdad. Como si fueran documentales de especies en vias de extinción este país ha dedicado una semana a cada uno de estos personajes a Iglesias con su moción y luego a Sanchez con su Congreso, que uno no sabe ya en qué están, despues de un año en que han vivido reuniéndose, en una sobreexposición mediática muy por encima de su pobre representatividad.

Primero fue el brindis de populismo peronista de Evita y Perón a la ola de calor de alguien que llamándose Iglesias pretende asaltar capillas y quemar conventos. Y ahora con las fiestas del PSOE gracias a un suegro y un porrón de voluntarios que ahora son los que dicen deciden vuelve…. «el que faltaba».

No puede ser que por una alianza de medios y políticos nos pasemos el tiempo viendo cómo algunos se organizan para vivir de todos nosotros. Baste un vistazo a la trayectoria de Felipe, Villa, el lider sindical, para adivinar dónde pretenden acabar estos líderes de la izquierda como Sanchez e Iglesias que buscan, igualmente, un hueco en la selva para trepar alzando el puño y cantando la internacional para acabar más tarde o más temprano en manos de algún empresario sin escrúpulos que los utiliza y compensa «para proteger sus negocios».

Sanchez, con su postureo siempre pendiente de las cámaras, su falta de autenticidad, que es lo primero que se le pide a un líder, presumiendo de alto y tratando de que la gente confunda el largo de sus pantalones con su escasa estatura política o moral ya hizo perder a España un año. Ahora Dios sabe cuanto más. No sé si vamos a soportar tanto narcisismo en una semana. Vuelve… el que faltaba!

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