Los sociólogos se están poniendo las botas con tanto examinar el mundo al revés. Y como todos tenemos derecho a opinar y a sacar nuestras propias conclusiones, debo rectificar -según mis apreciaciones- el baremo de estas cabezas pensantes, también llamados politólogos.
Que con lo que está cayendo en España digan que el odio ha descendido un 4 %, y la discriminación por diferencia de género subió hasta un 70,8 %, pues bueno, señores sesudos. En mi humilde opinión, y a tenor de lo que se ve tras el biombo de la vida, y por lo que uno ha leído, la aversión está a la orden del día y mucho se palpa con el recrudecimiento de la guerra civil que han reavivado estos mocosos que nos circundan, hijos de la Puerta del Sol e hijos de papá. Su vocabulario es facha y la puta España. No hay más que escuchar a los infantitos a la salida del colegio, además de darse de leches.
Se insulta a calzón quitado en el parlamento (da igual cual fuere, son tantos para el reparto de la mamandurria…) Y de forma especial, las Cortes Generales, donde se da de mamar, se besan en los morros, y no se dan por dónde amargan los pepinos y se pudren los melones porque igual les expulsan aunque él/la/los/la de la presidencia, acojonados de miedo, se pueden llevar un mandoble con propina de la coleta. En mis cuarenta años como máximo responsable de la información parlamentaria de TVE, jamás ví una cosa igual.
Guripas, desarrapados e incultos se están adueñando de las instituciones. Y no los mires mal, y menos a gays y lesbianas. A mi urbanización -en la sierra de Madrid- han venido unos podemitas. Con coleta, lacito y todo. Tienen caravana y varios coches de alta gama, uno para la ella y dos para el «guardador» de los niños, antes padre. La otra noche se pusieron a darle al tamboril y a darle a los regüeldos de los botellines. Alguien les mandó callar y los únicos educados que tienen son sus perros.
Luego están los musulmanes, que llenan las plazas y nunca trabajan, debe ser que se ejercitan por la noche vendiendo punto, raya, com. Y no les plantes la mirada porque te puedes llevar un buen escarmiento. El otro día, una emisora nacional preguntó con una encuesta si occidente es permisivo con los islamistas que nos invaden. El 95% respondió afirmativamente y se quedaron cortos. Pero para soluciones el Papa Francisco.
