Eleonora Bruzual

El asesino Nicolás Maduro y su banda

El asesino Nicolás Maduro y su banda
La escritora y periodista venezolana Eleonora Bruzual. PD

Escribo al momento que se alcanza la cifra de 102 víctimas fatales de la brutal represión castrochavista. Lo hago sin saber si antes de enviar la columna, como en pasadas semanas, tenga que referirme a más muertes en este desbordamiento de brutal furia asesina de Nicolás Maduro, su gorilato militar y sus homicidas colectivizados. Todos autorizados para matar, torturar y destruir vidas y bienes.

102 vidas segadas para intentar que una narcotiranía permanezca y sus miembros se aseguren la guarida donde esconderse de cortes y tribunales que tanto en el exterior como en Venezuela les juzgue y condene.

102 vidas para alimentar la insaciable maldad de esa pandilla que hasta tiene el descaro de exigirle al liderazgo opositor que les garantice total impunidad, tanto aquí como en cualquier lugar donde se vayan una vez derrotados.

Muertos, heridos, detenidos, torturados, desaparecidos… Eso conforma el inventario del paso de ese despreciable lacayo de Raúl Castro y su nomenclatura. Nicolás Maduro y su banda ya no solo matan de hambre y mengua, desde hace a tres meses no paran de disparar contra una ciudadanía que simplemente expresa su descontento y su deseo de poner fin a 18 años de oprobio.

Oprobio que comenzó con aquel tropero ambicioso y felón que entregó nuestro país a los tiranos Castro para que con sus recursos pudieran imponer en buena parte de este subcontinente latinoamericano a sus títeres y cómplices de una mal llamada revolución que simplemente resultó una interminable sucesión de crímenes e ignominias que en Cuba llevan 58 años y en Venezuela 18. 102 vidas cobradas por la asquerosa tiranía militar que ahora también encierra estudiantes en una cava y los gasea.

Y es que no podemos esperar algo distinto de Maduro y su gorilato, sicarios a los que otorgan condecoraciones y reconocimientos. Así la Cruz de la Guardia Nacional se la dieron al esbirro coronel Lugo Armas la bestia que empujó a Julio Borges presidente del Poder Legislativo, asimismo si algo vemos a diario es que cruces no solo están en los pechos de los asesinos, también se ven en los cementerios sobre las tumbas de tantos manifestantes.

Pero a asesinos y narcochoros esta infame tiranía les llama «Dignos Centinelas» de allí que el mismo viernes que se completaban 102 asesinatos, el sátrapa Maduro ascendía a General en Jefe del «Ejército chavista» a Gustavo González López, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) donde en sus asquerosas mazmorras torturan y consumen a valientes venezolanos, escupitajo que a toda una nación lanza un tipo que ni siquiera tenemos pruebas de que sea venezolano y pretende desconocer y burlarse de las graves acusaciones hechas por la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, contra González López y contra el excomandante de la Guardia Nacional y actual jefe de Gobierno del Distrito Capital, José Benavides Torres.

Maduro el asesino ofendiendo más y más a una nación al decir: «Yo quiero que nuestro pueblo apoye en las calles a estos dos valientes patriotas que han defendido la paz de la República y que tienen todo mi apoyo», como si no supiéramos que todo bicho que sea apoyado por él de inmediato se nos muestra en toda su aberrante perversión.

Perversión que día a día vemos cuando escupe amenazas, cuando se ufana de que nos masacrará a todos, cuando con la tía de los narcosobrinos baila sobre el dolor de toda la nación y sin vergüenza este matón dice: «El camino de Venezuela tiene que ser la concordia, el respeto, el amor. No se puede responder el odio con más odio, violencia con más violencia. Esa es nuestra filosofía» y hay que entender que lo que llegó con muerte se irá con muerte porque no hay filosofía en unos asesinos. Cómo puede hablar la hiena de filosofía si filosofía es respeto a la vida y su sacralidad, conocimiento, verdad, moral, estética…

Nos atrapa la angustia, el dolor por tantas vidas útiles acabadas de un plomazo, de un perdigonazo, de una bomba disparada a quemarropa. Me desespera recordar como hace ya más de 18 años muchos celebraban la llegada al Poder de un gorila golpista que además dejó a un asesino que ejecuta las órdenes que le envía Raúl Castro y que nos condenan al llanto al ver un país saqueado y ensangrentado. Un país cuyos ciudadanos son amenazados a diario y condenados al luto y el dolor.

Pero no nos doblegará ni Maduro ni su banda. Por eso, nos vemos en la vía… Esa llena de heroicidad y que a la peste roja la trae por la calle de la amargura y a nosotros por caminos de dignidad.

[email protected]  / @eleonorabruzual  / www.gentiuno.com

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