Víctor Entrialgo de Castro

La salida del laberinto catalán

La salida del laberinto catalán
Víctor Entrialgo de Castro, abogado y escritor. PD

El instinto de supervivencia y la coraza natural que utilizamos los humanos para protegernos frente al sufrimiento hace difícil tener presentes, más aún en verano, a los que lo están pasando mal, a los enfermos. A la gente que aún en época de vacaciones, está sufriendo.

Cuando una ráfaga de humanidad alcanza al animal que llevamos dentro, las aspiraciones del cansino separatismo se nos aparece, si no como enfermedad, al menos como manifestación anacrónica y absurda del gen egoísta que llevamos dentro.

El egoísmo es laberíntico. En lugar de ir de frente hacia el único objetivo políticamente posible que es hoy la construcción europea, aunque esté en crisis y espere otra mayor que precederá a su crecimiento, el egoísmo separatista retrograda al mismo sitio del que salió hace ya casi un siglo y terminó como terminó.

El nacionalismo es una manía, asi de sencillo. Es el pretexto que los okupas del poder en la Cataluña del pensamiento único utilizan para eludir su deber de acometer grandes empresas. La simplicidad de sus medios y la mediocridad de los hombres que utiliza y vemos todos los dias en los medios lo vuelve a poner de manifiesto.

Se repite así lo que hace 40 años era una cansina sonsonia y hoy es un auténtico coñazo. Un laberinto de insidia y malentendidos del que los separatistas son gravemente responsables y que nos impide relacionarnos con normalidad con los queridos amigos que han nacido o viven en Cataluña.

En cualquier caso toda esta comedia se ha creado, no para el referéndum ilegal del 1 de octubre sino para las siguientes próximas elecciones autonómicas. Para eso se reserva Junqueras. Acabar con lo que queda de la vieja Convergencia y hacerse con todo el poder. Y desde ahi, continuar dando el coñazo.

De este laberinto donde nos han metido a todos, los dirigentes separatistas sólo pueden salir de dos formas: o volviendo sobre sus pasos ayudándose con el hilo de Ariadna como salió Teseo del laberinto huyendo del Minotauro, como debemos hacer todos cuando buscamos las cosas perdidas. O saltando de la fortaleza hacia el vacío como hicieron Dédalo e Icaro, tan alto que se quemaron las alas de cera con estos dias azules y este sol que nos aguardan hasta el 1 de octubre.

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