Antonio Sánchez-Cervera

¿Tourist go home?

¿Tourist go home?
Turista y turismo. PD

Atentado en La Rambla: ¿Es así como los terroristas quieren echar de Barcelona a los turistas?

La palabra tiene mucho poder, tanto, que en ocasiones sus efectos se hacen incontrolables. Por ello, cuando en Barcelona y en otros lugares se exhiben de forma chulesca, zafia y amedrentadora panfletos, pancartas y demás propaganda callejera conminando al turista a que se vaya, sus artífices quizá pudieran estar instigando sentimientos y rencores de fatales consecuencias.

Los dirigentes que envían a la vía pública a esos acólitos de la indigencia estética y a esas chicas, rematadamente feas, que insultan con su presencia lo que en puridad es el feminismo, debieran calibrar que el búmeran con el que juegan a la política también les pueden destrozar para siempre. El votante de a pie que elige a esas formaciones, tendría al menos que recordar lo que dijera M. Gandhi.» Si hay un idiota en el poder es porque quienes lo eligieron están bien representados».

Así las cosas, no hay que olvidar que frente al terrorismo no hay riesgo cero, cualquiera que sea el nivel de alerta que se adopte. En nuestro país, por ejemplo, en una cierta clase política, blandengue y acomplejada, incapaz de superar el síndrome de una dictadura militarista, existe aun la idea de que si pasamos al nivel cinco de seguridad los tanques se aplomarán en sus territorios, que es el de todos, y restarán su libertad. Obviamente, la ignorancia es atrevida o el miedo al que dirán sus electores, les hace tambalearse como marionetas sin representación alguna.

Simplemente, ese nivel cinco solo hace que se refuerce la seguridad policial con efectivos militares en beneficio de todos. Ni más ni menos. Nuestros militares no solo sirven para apagar fuegos, para ayudar en acciones humanitarias o izar con el Ejército libanés la bandera española en una colina conquistada al grupo terrorista del llamado Estado Islámico. Sirven para eso y para garantizar nuestra democracia y libertad, que no es poco.

Ahora, hemos sufrido la purga asesina del terrorismo. Antes, cuando nos azotaba el terrorismo de ETA con el que nuestros cuerpos de seguridad lamentablemente tuvieron que coger mucha experiencia con sangre y sudor desmedidos, el terrorista era, además de un premeditado asesino, un cobarde que se arropaba cual mujerzuela en la manifiesta complicidad de sus paisanos y que solo disparaba con la certeza de que su crimen no le iba a costar la vida.
Sin embargo, el terrorista de Londres, Berlín, Paris, Niza o Barcelona es un individuo/a que no solo se juega la vida sino que verdaderamente la pierde. En tal sentido, es un valiente decidido a ser el héroe de la nueva Yihad, independientemente de que sea un desarraigado cultural con perentoria situación. Ha sido manipuladoramente adoctrinado.

Piénsese que en política el adoctrinamiento partidario y exclusivo es tan perverso que distorsiona la realidad. Si a un niño, a un joven, se le enseña machacona y fraccionadamente, por ejemplo, que una parte del país en el que vive está siendo esquilmada por el resto, puede que termine con su cerebro tan lavadamente retorcido, que se crea de verdad que ese país no es el suyo y en consecuencia quiera renunciar a su nacionalidad.

Esta vez, el terrorismo yihadista ha elegido Barcelona porque para ellos Cataluña es una porción inseparable de España. AL Ándalus, que es España, es toda la península ibérica y los terroristas radicales lo saben a conciencia.

Al terrorista del que estamos hablando, ya sea más o menos chapucero en sus actos de terror, ya sea dirigente, imán o político millonario que lo financia desde el exterior, le trae al pairo que la ciudadanía se manifieste vociferando que no tiene miedo o que el pánico no hará cambiar sus vidas. Le interesa exclusivamente hacer daño.

Ese es su objetivo. Por eso, su obsesión por matar. Erróneamente o no, cuanto más asesinen más debilitarán, ese es su pensamiento unido a facilitar la droga a la juventud europea para así conseguir su control y desterrar cualquier tipo de ánimo patriota. De ahí decíamos antes la errónea y necia idea que se tiene por muchos de lo militar.

Con todas estas premisas, el atentado de Barcelona ha suscitado variados e importantes, por no decir fundamentales, interrogantes que están sin respuesta alguna y que pueden precipitar presuntas culpabilidades de hondo calado de cara a la ciudadanía.

Retrocedamos en el tiempo: ¿Qué hacían de okupas los terroristas durante seis meses en aquel chalé de Alcanar? ¿Lo sabía la Municipalidad? ¿Quién lo permitió?

¿Por qué desde la explosión del miércoles por la noche hasta el ataque del jueves en La Rambla (cerca de 15 horas) no se activó la alarma terrorista? Hay que tener en cuenta que la explosión fue terrorífica y 15 horas son muchas horas para no percatarse, al menos intuir, que algo grave podía suceder, máxime cuando la CIA advirtió hace dos meses a los Mossos d¨Esquadra que Barcelona estaba en la diana del terrorismo yihadista y cuando el Ministerio del Interior en un Oficio de 20 de diciembre de 2016, dirigido a los Jefes Superiores de Policía, recordando los ataques perpetrados en Europa (el de Niza fue también en verano), instaba a instalar a los Ayuntamientos protecciones físicas.

En materia terrorista, como en casi en todo, el antes es más importante que el después.

Todo ello hace pensar en las debilidades que se han producido en los distintos poderes en Cataluña y que ahora más que nunca la Unidad del Estado no sea una proclamación lanzada al viento en un minuto de silencio sino el pilar más eficaz, consistente, para paliar o disminuir al menos los venideros ataques terroristas hacia nuestro país.

Por favor, que las pancartas que se exhiban no sean demagógicas sino amablemente verosímiles y buenas para nuestro país. Por qué no: Welcome tourists.

Por cierto, enhorabuena a Jordi González por el programa Mad in Spain que magistralmente dirigió en Telecinco: No tenemos miedo.

Antonio Sánchez-Cervera

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído