La Marea de Pérez Henares

Es España lo que está en juego

Si el Referéndum separatista, ilegal y prohibido por el Tribunal Constitucional se lleva a cabo España pasara a ser un estado fallido, incapaz de hacer cumplir sus propias leyes. El Presidente del Gobierno se juega por entero en el envite todo su crédito, pero la Nación se juega su razón de ser, su propia supervivencia. Esa es la hondura y gravedad del asunto y la tensión por ello irá aumentando de manera proporcional según se acerque la fecha.

En ese trance estamos y la definitiva hora de la verdad se acerca. El resultado podremos verlo a partir de ese 1 de octubre y entonces habrá que evaluar lo sucedido. Si el veredicto es que los secesionistas de han doblado la mano a los tribunales y a la Constitución no solo habrán derrotado al Gobierno sino que habrán dejado en la lona al Estado. Por supuesto y hay que explicarlo, esa victoria independentista no será tal si lo que consiguen es votar en cuatro pueblos y tres esquinas y de esta manera, pero si consiguen una apariencia de votación normalizada, aunque carezca, como carece, de la más minima garantía, control y rigor democrático, si se acercan a la pantomima del 9-N, habrán conseguido una enorme baza. Y los ciudadanos españoles habremos quedado indefensos, desamparados y viendo como nuestros derechos, el voto el primero, han sido pisoteados y robados.

Al día 1 le seguirá el 2 y ese segundo puede ser aún más decisivo que el primero, porque no me cabe duda alguna que con cuatro papeletas en la mano Puigdemont saldrá al balcón y proclamará su Republica Catalana. Y ahí será cuando ya no quede otra, si es que no ha quedado antes, que intervenir la Autonomía e ir a por todas y con todo. Que, y eso me consta, es donde el Gobierno está dispuesto a llegar, como no puede ser de otra manera, porque en realidad no tiene otro camino. Porque no la tiene, porque es su deber el aplicar la ley cuando esta es violada y sino lo hace cometería traición y como reo de tal delito habría de ser tratado. Pero eso no va a suceder. Me lo aseguran y me lo creo. Entre otras cosas porque no les queda otra.

Cuestión aparte es la reacción de sus aliados en este trance, Ciudadanos y el PSOE, y hasta donde llega su compromiso y hasta donde va a ser firme cuando lleguen los momentos decisivos. Ahora todo indica que en lo substancial permanecen en lo que el momento demanda. Entre otras cosas y también porque para ellos también otra actitud sería un suicidio político por su parte. Pero Pedro Sánchez es tanto de fiar como contundente y claro su concepto de Nación y su apuesta de más concesiones al nacionalismo ha sido ya enterrada por el propio separatismo.
Porque ese relato de que España- ¿como no?- es la culpable de la fiebre secesionista ya no se de puede ni debe aguantar un segundo mas. Porque es una paparrucha, por que es una mentira y porque es un insulto a la memoria. Desde el mismo 1978 los nacionalistas comenzaron a ir traspasando línea tras línea y en cuanto ganaban una cuota ya estaban reclamando, insaciables la siguiente, yendo cada vez más lejos hasta ya conseguir traspasarlos todos. Con Felipe, con Aznar y ya el desparrame con Zapatero. Ya lo que no iba a quedar en Cataluña, y lo dijo el “socialista” Maragall, era rastro del Estado. Todo se había ido copando, desde la Educación a la policía, y eso decían los trapaceros implicados era para mejor “encajar en España y cuando ya se tuvo todo, cuando ya no había otra línea que cruzar, se quitaron la careta y entonces fueron a por lo que desde el inicio tenían como objetivo: la secesión y la ruptura de España. Y a quienes lo hemos advertido a lo largo de los años lo que se nos ha llamado ha sido “separadores” y se nos ha insultado tratándonos de incendiarios. Ese ha sido la consigna que no han dejado de seguir los nacionalistas y que han comprado no poca izquierda que aún sigue dando vueltas a la misma carraca.

Aún hay algo más doloroso sin embargo. La traición ya sin ninguna careta de Podemos. Esta semana Iglesias ya se ha echado definitivamente al monte con los separatistas. La “colla de lladres”, pues es un robo lo que pretenden, cabalga ya junta, Iglesias, Rufían, Gabriel, Colau, Otegui, Puigdemont y Junqueras. Los podemitas suponen que cualquier cosa que suponga la voladura del estado, la demolición de todo lo construido por la Democracia servirá a sus fines y por ello no dudan en aliarse con quienes se han lanzado a ello. Ahora ya no queda duda alguna, si alguien la tuvo, de sus intenciones. Al Gobierno que intenta preservar la legalidad constitucional le llaman golpista mientras que justifican, aplauden y abrazan a los verdaderos autores del Golpe a la Democracia. Para Echenique, para su compatriota Dante (ambos argentinos de origen como el segundo de Colau, Pisarello, odiador exhibicionista de nuestra bandera) han competido en los insultos al Presidente del Gobierno llegando el primero y de más alta graduación Podemita a equipararlo con el dictador coreano.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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