Raloch

R. I. P. España

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Puigdemont, Forcadell y Junqueras en el Parlament .

«El que tolera el desorden para evitar la guerra, tiene primero el desorden y después la guerra». Maquiavelo 1513.

¿Qué pasará el próximo domingo?

Los independentistas han demostrado que tienen un camino trazado desde hace mucho tiempo, y salvo muy contadas excepciones, lo han seguido todos, paso a paso, contra viento y marea, y lo seguirán.

El gobierno no estuvo, poco está y la verdad, dados los antecedentes, poco más se le puede esperar.

Un poco de historia. Cuando los independentistas vascos, se modificó el Código Penal, cárcel para un referéndum ilegal y sus pretensiones se diluyeron. Un gobierno posterior anuló esa modificación; el actual no la repuso, porque «así no se hacen amigos». El 09-11-2014 aseguró, por activa y pasiva, que no habría votación, pero hubo urnas. La semana siguiente, ese gobierno estuvo desaparecido en combate.

Desde Madrid se pide a los catalanes que rechacen con todas sus fuerzas el 1-O, pues «nadie podría imaginarse que se llegase a algo así». ¡Señoras y señores!, el cerebro no está de adorno, hay que utilizarlo de vez en cuando.
Piden, especialmente a aquellos que viven en sitios pequeños donde todo el mundo se conoce, que sean poco menos que héroes, pues como mínimo se enfrentarán a un fuerte rechazo social. Hablando claro, les piden que hagan el trabajo que deberían hacer ellos. ¿Dónde está Madrid cuando esos mismos ciudadanos, amparados en sentencias de los tribunales, quieren escolarizar a sus hijos en castellano? Otra vez desaparecido en combate.

En vez de aplicar de una vez el artículo 155 y la Ley de Seguridad Nacional, lo que se ha hecho es poner remiendos, como intervenir los pagos de la Generalidad, o coordinar desde Madrid a los Mossos. Útiles sí, pero solo parches. Sobran motivos de todo tipo para aplicar en su totalidad la legislación citada, pero claro, así no se hacen amigos.

Consecuencias. La Generalidad desconoce cómo se paga su propaganda, no remite la documentación legalmente exigida, le cierran una página web y antes de una hora el President abre otra; acto seguido chantajea al gobierno con retrasar el referéndum si hay voluntad de hablar, si se baja los pantalones Dos diputados de ERC anuncian que después de la independencia, continuarán en el Congreso (cobrando, se supone), hasta el final de la legislatura. Asedian a la Guardia Civil cuando está haciendo su trabajo bajo las órdenes de la Justicia. La presidenta del Parlament encabeza manifestaciones antiespañolas. Todo esto solo tiene un nombre «pitorreo», se pasan al Estado por el forro. Es humillante que un gobierno democrático, aún solo por respeto a sus ciudadanos lo consienta, pero el nuestro no solo lo traga, sino que lo último que le ocurre es ofrecerles mayor financiación si son buenos, se portan bien, y no se van de España. ¡De pena!

Maquiavelo, después de quinientos años, sigue vigente. Nuestros políticos, en muy poco años, serán desconocidos hasta en su casa a la hora de comer.

Pobre España, a que extremos la han llevado entre todos. Como diría cierta persona «entre todos la mataron y ella sola se murió» R. I. P.

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