I
Los monjes de Montserrat
Y curas de Tarragona
Se han hecho Independentistas;
Y la Generalitat
Les ha puesto la corona
Y apuntado en las listas
De sus Hijos Predilectos,
-Legal, natural o aborto-,
Que es el camino más corto,
Para al infierno ir rectos;
Sólo una vez Jesucristo
Se metió en estos prados,
Y nos dejó estas píldoras,
de seny a tope provisto:
Sepulcros llamó blanqueados,
Y aún más, raza de víboras,
A escribas y fariseos,
Que, metidos en Política,
Les cayó esta Filípica
Por hipócritas y ateos;
Practicando este oficio
La humanidad ha llegado
A considerar normal
Que hoy la virtud es vicio,
Y ejercicio tan honrado
Más bien nos huele fatal;
Para discapacitados
Hay Centros como Dios manda…
¿Por qué no para la «Panda
De los Clérigos Tarados»?.
II
-La que le caerá encima
A la Iglesia si le va meter las narices
En lo de esta pantomima
De Cataluña… -¿Qué me dices?…
-Que ni se casará ni comerá perdices,
Que eso de la Independencia,
Quítate la venda, no es más que la farsa
De la cómica insolencia
De quien, fiel aprendiz de garsa,
Acabará estrellándose en el campo del Barça;
O sea: de un Puigdemont,
Que al Catecismo ni las tapas le ha visto,
Y si alguna vez sube a Mont-
serrat, no es por ver a Cristo,
Ni a la Moreneta, sino por darse pisto;
O acaso de un Junqueras,
Que ha dicho que, solo si puede, va a Misa;
De la Iglesia: ni de sus vidrieras
La luz, ni de alguna cornisa
Sus molduras, le arrancan una sonrisa;
Y más te digo: si hablamos
De la Forcadell, del Turrull o de un amargo
Etcétera, más bien mal vamos,
Pues si sale de su letargo
La Independencia, … lo de Dios va para largo;
-¿Qué debo entender entonces,
Que la Iglesia debe mantener su Hierro
Y dejar de escuchar los bronces
De este más que frustrado Encierro
De la Independencia?… -¡Exacto, pues huele a entierro!.