Manuel del Rosal

El relato

El relato
Manuel del Rosal García. PD

«La sociedad actual está prisionera de los medios de comunicación de masas»

«El lenguaje político está hecho para hacer que las mentiras suenen confiables y el asesinato, respetable; y para dar apariencia de solidez al mero viento. En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario» George Orwell

Cualquier ser humano puede hilvanar un relato. Un hombre puede hacer un relato maravilloso a los oídos de una mujer para, una vez conseguido lo que busca en ella, abandonarla. Una mujer puede mostrarse a través de sus gestos y palabras como la más dulce, atenta y entregada de las mujeres con el único fin de conseguir algo. Una vez conseguido, se olvida del relato con el que manipuló y utilizó al hombre.

Se entiende a quienes hacen este tipo de relatos. Ellos van directos a los sentimientos de aquellos a quienes van a engañar. El proceder de estas personas es absolutamente lógico, crean un relato falso para obtener un beneficio. Lo que no se entiende – al menos yo – es que alguien con la cabeza bien amueblada, con un raciocinio normal y sentido común, los crean.

Los independentistas de Cataluña han inventado un nuevo relato. «Tuvimos que aceptar el 155 porque nos amenazaron con muertes». Hasta aquí todo normal, todo en consonancia con la estrategia preparada para no perder el poder ni el dinero que conlleva ese poder. Si este relato falso, perverso y manipulador llegara a los oídos de personas con un mínimo de raciocinio y sentido común, no tendría la más mínima posibilidad de obtener éxito. Pero este relato falso y cualquier otro que los independentistas se marquen de aquí al 21 de diciembre o de aquí «ad eternum», cuando llega a unas mentes que vienen siendo manipuladas desde hace treinta años, se convierte en verdad. Podemos preguntarnos si en mentes no manipuladas y adoctrinadas por los independentistas, también se produce ese fenómeno. Categóricamente contestamos que sí, que se produce, porque los medios de comunicación, en vez de hacer llegar la verdad a los ciudadanos, tan solo miran los índices de audiencia. Si los medios de comunicación buscaran y publicaran la verdad, no darían voz a quienes pervierten esa verdad. Cadenas de televisión, radios y prensa de papel y digital tienen en sus manos cerrar cualquier cauce de salida a las mentiras, manipulaciones y adoctrinamientos de cualquier signo, con tan solo taponar su salida a los medios. Me dirán que los ciudadanos tienen derecho a la información. Y yo digo que sí, que tenemos derecho a: LA INFORMACIÓN QUE VA REVESTIDA DE LA VERDAD.

Da pena ver, oír y escuchar en todos los medios de comunicación el relato de las muertes que se iban a producir si no se acataba el 155. La imagen de Marta Rovira ha copado todos los informativos, cuando deberían haberla hecho opaca, muda. ¿Qué méritos aporta esta señora para asaltar todos los medios de comunicación, salvo el ser perversa en la verdad, la manipulación y el adoctrinamiento?

Puede que la explicación a todo esto esté en la frase de Ryszard Kpuscinski: «Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante»

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