Si algún partido de los llamados en Cataluña constitucionalistas quisiera sacar tajada de cara a las próximas elecciones autonómicas en la citada comunidad, podría hacerlo con todo derecho sacándole punta a la relación contractual que hoy mantienen el F.C.Barcelona y el jugador argentino Lionel Messi.
No cabe la menor duda de que «el Barça es mes que un club», y que visto desde el aire, su estadio se asemeja a una gran bocina que lanza a los cuatro vientos las consignas independentistas una y otra vez. A menudo, los dirigentes barcelonistas, que no sus dueños, no dejan de hacer declaraciones favorables al «procés» dando con esto pábulo a que otras personas puedan hacer lo mismo intentando manejar el club en sentido contrario. No comparto estas actitudes sea cual fuere, pero la primera justifica la segunda y el que alguien le quiera sacar punta al lápiz.
Llama mucho la atención en todo esto que siendo como es el Barça una herramienta más que considerable a disposición de la sala de máquinas independentista, nunca se hayan aireado mucho los beneficios que el club iba a recibir a cambio. Bien es cierto que de afirmarse que lograda la independencia «el Barça jugará en la liga que quiera», sin más, sin alzar mucho la voz, se ha pasado en pocas semanas al más absoluto de los silencios. Claro, con motivo de la independencia no se iban a ir los bancos ni las empresas de Cataluña y ya sabemos lo que ha ocurrido, así que con hechos como estos en la mano a ver quien reitera que el Barça tendrá patente de corso.
Aquí es donde aparece la figura de Messi y su renovación pendiente con el F.C.Barcelona como contrapunto de todo esto y casi la coincidencia del calendario electoral catalán con el número de semanas que quedan para que llegado el 1 de enero de este próximo año Messi quede libre para fichar por quien quiera a partir del 30 de junio de 2018.
Al independentismo, aunque no lo reconozca, no le hace ni pizca de gracia que Messi no renueve por el Barça porque es un secreto a voces que no está dispuesto a hacerlo en unas fechas en las que la deriva independentista puede condenar al ostracismo al club. Y eso que él sabe que puede jugar donde quiera antes o después de la renovación, pero no está dispuesto a pasar por las horcas caudinas del independentismo perteneciendo a un club que tendría que jugar una liga menor.
A muchos independentistas les gustaría que Messi siguiera en el Barça sacrificándose como lo está haciendo Puigdemont en Bruselas u otros líderes secesionistas en prisión: todo por la independencia. Pero obviamente él no está por eso. Ya le llegan «ruidos» de que Neymar ahora no está satisfecho de jugar en una liga menor como la francesa como para hacerlo en una liga catalana o cederle gratuitamente los dos o tres próximos Balones de Oro a Cristiano Ronaldo.
Observarán que no se habla aquí de dinero porque para Messí ,a medio año de quedar libre, le interesa mucho más fichar por cualquier otro club poderoso que renovar por el Barça por las cantidades anunciadas, pero estoy seguro que si no hubiera «procés» de por medio, ya habría firmado la renovación.
Por tanto, no está de más que alguien, preferentemente barcelonista también, utilice esta intromisión de la política en el deporte creada por otros para decirles a los independentistas en la cara:
¿Sabéis porqué Messi no renueva por el Barça? : Por el «procés».
¿Sabéis porque el Barça dejaría de jugar una liga competitiva y pasaría a ser un club menor? : Por el «procés».
