Santiago López Castillo

Mujer contra mujer

Mujer contra mujer
Santiago López Castillo. PD

Les ha entrado la fiebre palúdica o están con la menopausia. Me parece ridículo, cuanto menos, esta epidemia reivindicativa de las feministas que están como el pelo en la sopa. Son cargantes por no decir coñazo. La última majadería la cometieron con motivo de los Goya, esa horterada político-gremial, portando abanicos rojos, como corresponde a un rojelío rancio y trasnochado y que, encima, se autodefine como «intelectual». Ahora, con motivo de la equiparación salarial han vuelto a la ridiculez. La demagogia no debe anteponerse a la lógica. ¿Igualdad? Naturalmente. Pero por méritos propios. De lo contrario, nos asimos a esa canción lésbica de Mecano que es mujer contra mujer.

Por la vía del ejemplo, y aunque no conviene generalizar, recuerdo que mi amigo Enrique de la Mata me pidió consejo para su secretaría de presidente de Cruz Roja. Convenimos en Rosa Mª Mateos. A los cuatro días, el ex ministro de Suárez me decía: «No sabe ni escribir una carta». Y es que una cosa es ser locutor y otra periodista. Pero, como en el caso que nos ocupa, la imagen es un buen salvo-conducto para traspasar fronteras.

Pues no. Ahora, esta panda de feministas -generalmente más feas que Picio- quieren eliminar la estética y las teticas cuando en el post franquismo lo progre era un pecho al descubierto de la actriz Susana Estrada, por el que bebía en leche natural el viejo profesor Tierno Galván, siempre salido, y, según mis noticias, rozando el infanticidio.

Miren, doctas señoras del feminismo: ¿quieren ustedes eliminar la belleza de la mujer, maravillosa, culta, también, insinuante, y que el sexo opuesto no pueda admirar a este gran ser de la creación que es la hembra? Aún sin la avalancha del feminismo imperante, la historia de España está plagada de grandes gestas, y no siempre de Agustina de Aragón. También hay que apuntalar en el debe del sexo débil, sí, anatómicamente es así, la soplapollez de la progre Concepción Arenal cuando proclamó: «Odia el delito y compadece al delincuente». Estupidez sin fronteras.

A partir de ahora, excelsas currutacas, estáis enfrentándoos contra vosotras mismas, en detrimento de vuestras posibilidades. Y como eran pocas, parió la abuela en la figura de Pedro Sánchez. Ese cum laude del zapaterismo que por joder al PP rechaza la candidatura de Guindos para la vicepresidencia del Banco Central Europeo si no es una fémina. ¿Alguien se acuerda de Magdalena Álvarez, Leire Pajín o Bibiana Aído? Grandes cerebros.

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