Se viene cantando, por lo jondo. Produce sonrojo que una de las mayores corrupciones de nuestro país (los Eres de Andalucia) se vayan diluyendo como papelillos de feria. No es de extrañar, claro está, que el empleado de la planta de caballeros de El Corte Inglés, o sea, Pedro Sánchez, se pase la vida tachando de corrupto al PP y su partido se llame a andanas. Se veía venir. Si la memoria no me falla, este desfalco de dinero público (700 millones de euros) más asociación ilícita se remonta desde tiempos de Felipe González. El acoso y derribo que sufrió la jueza Alaya presagiaba un desenlace feliz para los implicados jerifaltes socialistas. Griñán y Chaves, Chaves y Griñán, una buena línea media para robar balones y más cosas -supuestamente, claro-, que no paran de cantar por peteneras. La magistrado instructora fue apartada de la causa no sin antes haber sido zarandeada por las huestes feministas-socialistas. «¡Tía buena! ¡So golfa! ¡Sácate las tetas…!» Eran algunos de los lindos piropos que recibía a diario en su llegada al juzgado. (Se desconoce algún piropo en la persona de Margarita Robles, en mi opinión, y con todo mi respeto, más fea que Picio).
Así que lo de los Eres de Andalucía va a ser un paseo militar. Y Chaves volverá a tener la cara como el escudo del Barça. Y Griñán, como el cemento armado. No pasa nada, porque, además de los diques de contención jurídicos, está una prensa indigna y sectaria para acallar cualquier mandoble del Partido Popular. La corrupción, amigos míos, sólo se reduce al PP. Y si se anota el caso Gürtel, se le da una vuelta de tuerca y otra vez tenemos al Bigotes y sus cuates haciendo el paseíllo para telediarios. Caso igual o parecido es Francisco Camps que desgastados los trajecillos de Máximo Dutti, salen ahora las vueltas y mil vueltas de la Fórmula I en Valencia. Era cuando Fernando Alonso tripulaba coches competitivos y hoy aceleran menos que los legendarios seiscientos.
Los que van en primera son Chaves y Griñán, Griñán y Chaves. Van en calesa pidiendo guerra (Alfonso)…
PD.- Guerrero, no el del antifaz, el de la coca y las putas, se quedó amnésico en la vista oral. Lo que hacen los vicios.