Salvador Monzó Romero

El funeral

El funeral
Salvador Monzó

Quién ensuciando la casa del vecino,
Cree que está dejando limpia la propia,
Como quien no ve dónde plantar el pino,

O es gilipolla, o sufre inopia,
O, como mal menor, está harto de coca:
La Tania y el Ínigo son una copia;

(El Espinar con sus raíces en la roca
En la que no crecen ni lirios ni acacias,
Su proyección política más bien es poca);

A la Comunidad de Madrid le toca
Correr este riesgo, pues que si sus gracias,
Por azar la presiden… ¡menuda bicoca!;

Papagayos de sus propias falacias,
Donde mejor las cantan es en La Sexta,
Donde se cuecen todas las democracias…

Oyéndolos cae uno en un éxta-
sis profundo, llegando a creer incluso,
Viendo qué hasta el más zote de ello pretexta,
Que de la Política hacen buen uso,
Cuando todos más que de sobra sabemos
Que no son ni la Caballé ni Caruso…

Para medirlos estos son los baremos:
Siendo que ellos son, el uno y la otra,
Se creen que somos nosotros los memos;

Si por un vete a ver tienen la potra
De llevar las riendas de la Capital
De España, seguro que ésta empotra
En el muro de su bienestar… Y tal
La fiesta acaba… ¡en un triste funeral!.

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