Análisis

Manuel del Rosal: «Pedro I el batallador’

Manuel del Rosal: "Pedro I el batallador'
Pedro Sánchez y sus gafas. RS

Solo ha cambiado el caballo Rocinante por el Falcon. Nuestro Pedro I el Batallador marcha lanza en ristre a la Europa en la que empieza a salir el sol por el mero hecho de que Pedro I el Batallador, gobierna en uno de sus países. ¿Cómo es posible que Europa haya podido andar hasta ahora huérfana de tan insigne, valiente, sufrido y apuesto caballero? Montado en su caballo Falcon, luciendo fachenda, enarbolando en su mano la pluma a modo de lanza justiciera y cubriendo sus ojos con gafas a modo de antifaz, Pedro I el Batallador semeja un nuevo Guerrero del Antifaz yendo a luchar contra los infieles, que en este caso son los de la derechona pertinaz y ultramontana. Cual Quijote del siglo XXI, nuestro Pedro I el Batallador va a Europa porque «Europa necesita europeístas convencidos, luchadores por las libertades y los derechos sociales». Como el caballero de la triste figura defenderá doncellas, enderezará entuertos, será consuelo de viudas, peleará contra los molinos de la xenofobia, y todo por una «Europa mejor», esa Europa que, cual doncella virginal, esperaba a nuestro caballero como el adalid que la librara de las garras del dragón que, hasta ahora, la mantenían encerrada en la torre sin permitirle salir, dragón con varias cabezas en forma de Rajoy, la señora Merkel o Macron, por citar algunas.

A través de la cuenta del gobierno en Twitter, nuestro Pedro I el Batallador se ha mostrado a los españoles montado en su caballo Falcon, acompañado por sus escuderos y por la princesa ministra Batet para que los ciudadanos quedemos embelesados ante el inicio de semejante hazaña en la que se ha embarcado sin importarle los tremendos peligros que le acechan entre tanto caballero negro de las finanzas, la economía, la política insolidaria, la xenofobia, la sinrazón, el maltrato a inmigrantes etc. etc. Peligros a los que nuestro Pedro I el Batallador acometerá apretándose los machos y embistiéndolos con su lanza. El sabe que los ciudadanos babearan embelesados ante las imágenes que nos ofrece y los comentarios sobre ellas, imágenes y comentarios salidos, a todas luces de su escudero mayor, Ivan Redondo, que le ha aconsejado que lo de gobernar un país está pasado, es decimonónico y trasnochado; que lo que hoy se lleva es mantener a los ciudadanos en permanente estado de estupidez mediante el uso de las nuevas tecnologías, que eso es lo que da resultado, sobre todo a través de una televisión que los atonte aún más emitiendo las hazañas de un Pedro I el Batallador montado en su caballo Falcon. Y más aún ante las mujeres que quedarán rendidas a sus pies ante tanta apostura. Gobernar ¿para qué? Estamos en la era de la imagen. Aunque esa imagen sea la expresión máxima de la hipocresía y la manipulación más indecente.

Si no fuera porque las formas de Pedro Sánchez ya anuncian unos años de vuelta al Zapaterismo, aquel nefasto régimen que nos llevó en siete años a la ruina; estas poses en el Falcon y mensajes épicos servirían solo para hacer memes, chistes y ocurrencias; pero ¡cuidado! Zapatero tardó siete años en arruinar a España, Pedro Sánchez, que está haciendo bueno a aquel, puede que nos arruine en tan solo dos años.

Algo malo hemos hecho los españoles para tener los gobiernos que tenemos. Acabamos de salir de Málaga y entramos en Malagón. Pero ya lo dijo alguien: «Cada pueblo tiene el gobierno que se merece»

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