I
Me va todo lo bueno de esta vida,
Que no es poco, aunque lo maleen los Rojos…
Son tal como en el huerto los abrojos,
Que, para que anden de capa caída,
Hay que tener siempre algún herbicida
A mano, y no acabe todo en rastrojos…
Se me llenan de lágrimas los dos ojos
De la cara, porque siento una subida
De fiebre cada vez que, como piojos
En perro flaco, encuentran su guarida
En mi cabeza… no pudiendo darles salida
De otro modo, lo hago con los manojos
De versos que, en idéntica medida
Que les dedico,… ¡me libro de enojos!.
II
Decir que el Zapatero
Fue un mal Presidente, no está bien dicho;
Espíritu rastrero,
Fue peor: fue el bicho
Que pico al tren y abrió el nicho
Para enterrar a España,
Que a punto estuvo… El Sánchez, su doble,
No tiene tanta saña,
Incluso es más noble,
Pero tampoco es madera de roble;
Nos llevará a la ruina,
Si es que aguanta mucho en el cargo,
Y no por su inquina,
Por algo más amargo:
Porque es más tonto que hecho de encargo;
Trae a colación
Una palabra como un elixir
Fetén: ¡la distensión!;
Si con ella construir
Quiere su tumba, nada qué decir;
Al Urkullu y al Torra,
Si pretende apearlos del burro,
Que una juerga se corra,
O se busque otro curro,
Pues si algo consigue, será… ¡un churro!;
Para mí es de cajón
Que si tengo que elegir entre uno,
Que es un bobalicón,
Y el otro, un tribuno
Del rencor, … ¡no me quedo con ninguno!.
