En Religión «El Maligno» es el diablo;
En Política, por muchas más razones,
El Iglesias, pues sentarse en sus sillones
Le va más que a un asno el establo…
Además, el hecho de llamarse Pablo
Tiene bemoles, pues nuestros corazones,
-Los de cuantos hoy ya somos noventones,
Sabemos sobradamente de quien hablo-,
Se nos parten,… y el alma hecha jirones,
Nos encogemos de hombros, pues si el venablo
Del Poder, tal que hoy solo un vocablo,
Es real,… y del heredero de los Pendones
Del Mal cae en sus manos,… ¿más bribones?.