No sólo es mala a conciencia sino que es embustera redomada. La vicepresidenta o lo que sea Blanca Calvo desmiente al Vaticano y reta a sus eminencias a que la verdadera palabra es ella, la ley. Que la inhumación de Franco no se reubicará en la cripta de la Almudena. Lo dijo Blas/a, punto redondo. Han salido los portavoces de la Santa Sede y de Madrid, el arzobispo Osoro, y la sectaria socialista, erre que erre. ¡Cuánto odio destilan estos guerracivilistas! Tanto es así que pocas horas después un «brigadista» ha profanado la tumba del Valle los Caídos, arrojando un bote de pintura roja «en nombre de la libertad». Libertad -salvo en medios de comunicación- es la que tuvimos con el Caudillo al que ahora, hasta los franquistas renegados, que los hay como en botica, llaman «dictador». El que, tras la contienda, dejó a España en el noveno puesto industrial del mundo; emprendió el plan de viviendas con el capítulo de regiones devastadas; encumbró las Vascongadas y Cataluña; puso en pie la Seguridad Social; las universidades laborales; la paga del 18 de julio y de Navidad, que todavía rigen en la democracia, y los pantanos, que sin ellos la piel de toro estaría agrietada y desértica.
A esta causa general contra el franquismo, los vividores de hoy día (todos con carreras, incluida la del galgo) se suman al linchamiento de los que quieren un país en paz, sin secesionismos ni revanchismos, a los que se persiguen sin descanso. Brotan como malvas en el cementerio los podemitas, la izquierda desunida, cumplidores del plan de ruta que, piensan, coincidirán en la volatilización del sistema: la monarquía por la república.
Guay, que dicen los tontos de las ondas. El ideario de Lenin se lleva a pies juntillas en la ultra izquierda. Garzón, el cero a la izquierda de Izquierda desunida, también mete baza en este entierro. Y hace recomendaciones a la Iglesia para el supuesto traslado de los restos del general. ¿Y dónde debe estar el asesino de Paracuellos? Con calle y con la orla de cum laude al cuello. ¿Y la Pasionaria? Otra que tal baila. Ambos dos, con la proclamación de la Constitución del 78 estuvieron en las Cortes. Esa fue la generosidad del franquismo que se hizo el haraquiri para dar paso a una política plural y democrática.
Ahora no. Ahora vivimos el preludio de un sistema totalitario. Cuyo mayor responsable es ese inane presidente y fatuo que entró en la Moncloa por la puerta falsa (no todo lo que es legal es legítimo y moral). Si por mí fuera, espantaría a palos a esta recua de marxistas-leninistas que se están forrando del erario público.
