Lo cuenta en su tribuna de ABC este 10 de enero de 2019 Álvaro Martínez, que se hace eco de la última barrabasada que se le ha pasado por el magín a Rosa María Mateo, la administradora única (y cada día menos provisional) de RTVE. Quiere la periodista y hoy rectora de la cosa pública que hay que meter más horas de programación en catalán para intentar competir con TV3 –La ‘soviética’ Rosa María Mateo cuadruplicará en dos años las emisiones en catalán de RTVE-.
Martínez rememora todos los ‘hitos’ logrados por Mateo:
Rosa María Mateo es la administradora provisional de RTVE. Pero al paso que va la burra en el concurso de méritos organizado en las Cortes es como si la expresentadora, una histórica del ente que ya salía en la tele cuando era en blanco y negro y había carta de ajuste, hubiera llegado para quedarse. Al menos eso parece con las decisiones que están guiando su mandato, como la purga masiva de profesionales, colaboradores y directivos presuntamente no afines a la causa progresista, a los nuevos tiempos en los que, al parecer, con el sanchismo iba «a desaparecer la manipulación informativa de la época del PP».
Aunque al tercer telediario de la era Mateo lo que comenzó a desaparecer fue la audiencia: la cadena pública perdió el pasado verano el liderazgo en los informativos que mantenía desde mediados de 2016. Ya no se ven lacitos naranjas contra «la manipulación» y como esto siga así lo que desaparecerán serán los televidentes, igual que desaparecieron de pantalla casi un centenar de despedidos, postergados, arrinconados, degradados o el personal al que se le ha mandado a ‘hacer pasillos’, que es como históricamente en TVE se ha mandado a hacer puñetas a los profesionales caídos en desgracia.
Cuenta divertido como llaman ya a la administradora de RTVE:
Más que un servicio público, la nueva RTVE es un servicio al sanchismo y su estrategia. Mateo, decidida a echar una mano en la ‘distensión’ en Cataluña, anunció que tiene intención de cuadruplicar las horas que la tele estatal emitirá en catalán, en las desconexiones de la programación nacional, de tal forma que el castellano toma el rumbo que lo mantiene a la deriva en TV3, la cadena del régimen ‘indepe’, donde en vez de lazos naranjas hay lazos amarillos y donde los presentadores te hablan en catalán aunque no entiendas esa lengua. Debates en catalán, informativos en catalán, un magazine en catalán, documentales en catalán, retransmisiones en catalán, películas dobladas al catalán y hasta una serie en catalán, anunció ayer la que ya es conocida como Rosa Maria (así, sin tilde) Mateu, todo en catalán.
Y pronostica que:
El resultado será el previsible, que la audiencia de RTVE en Cataluña bajará porque los castellano-hablantes de esa comunidad se irán a una cadena privada donde hablen la lengua que ellos utilizan, esa que la Constitución dice que es de todos los españoles, incluidos los catalanes.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72