Los Imbéciles del Diálogo,
Hijastro de la Política,
No abandonan el camino
Que va a ninguna parte;
Precepto de su Decálogo,
Le profesan fe de Encíclica,
Creyendo que su destino
De ser ciencia, oficio o arte,
Es también ser además
Bálsamo de Fierabrás;
Hermanastro del Monólogo
De quienes en su Basílica
Ponen el máximo tino
En llevar su Estandarte,
Sin depositar un óbolo
En la mano más empírica,
Es como ofrecerle un vino
A Napoleón Bonaparte,
Sabiendo que nunca saca
La mano de su casaca;
Acudir a este método,
Y siguiendo su analítica,
A lo humano y lo divino,
Sin que nada les coarte,
A fuer de no ser malévolo,
Es la manera más típica,
De quedarse el muy ladino,
Al partir, la mejor parte…
Conclusión: lo del Diálogo
Al fiasco es análogo;
Aunque esto les corroe,
La mayor prueba es el Psoe
Del Sánchez y de quien roe
La misma viga y lo loe
Por ir tocando este oboe,
Curándose con su aloe
El cese que le incoe
De Presidente el BOE,
Por gobernar el País,
Creyendo ser… ¡Flor de Lis!.