«Teoría y desarrollo de sistemas computacionales para llevar a cabo tareas que normalmente requieren de inteligencia humana, como percepción visual, reconocimiento de voz, toma de decisiones o traducción de lenguajes», Así define el Oxford English Dictionary a la inteligencia artificial (IA), ¿Pero cómo exploran las grandes empresas este campo?
Amazon anunció recientemente su incursión en el mundo de los chips de inteligencia artificial (IA), con Inferentia, un dispositivo cuyo fin es ejecutar de manera eficiente el aprendizaje automático y que sería lanzado al mercado finalizando el 2019. La empresa además fabricó un auto de juguete de carreras con IA, el AWS DeepRacer, siendo su característica más importante que el carro aprende por sí mismo tomando decisiones, sin necesidad de que lo programen y sin instrucciones, saldrá a la venta en marzo de 2019 y costará 240 dólares.
En el mes de octubre de 2018 Samsung Research, obtuvo el primer lugar por segunda ocasión consecutiva en una de las competencias más reconocida de inteligencia artificial. El objetivo de la competencia consistía en utilizar la tecnología de IA para traducir automáticamente con recursos limitados un texto del idioma euskera al inglés. Además El Samsung R&D Institute Ukraine, diseñó una solución para detectar peatones y fue reconocida como la mejor de su tipo en un instituto de tecnología automotriz en Chicago.
Estos avances son una muestra del interés que tienen las grandes empresas por las investigaciones con inteligencia artificial y son múltiples los proyectos en los que invierten algunas veces en conjunto con universidades o institutos.
Cada vez se utiliza más la IA en distintas áreas y los resultados suelen tener un gran impacto. El potencial y las posibilidades de esta tecnología tienen sus grandes defensores. Sin embargo también existen una gran cantidad de personas que desconfían y temen el uso que le puedan dar, sobretodo en cuanto a las armas de guerra.
«El éxito en la creación de la inteligencia artificial podrá ser el evento más grande en la historia de la humanidad. Desafortunadamente también sería el último, a menos de que aprendamos cómo evitar los riesgos», Stephen Hawking,
