Aunque resucitéis más fantasmas, les ha dicho
El Sánchez al Iglesias, Rivera y Casado,
Da igual; yo tengo aún más muertos en mi nicho;
Con el poder de taumaturgo que me he dado,
Hago Ministro o Ministra a cualquier bicho;
Y aunque me clavéis una lanza en el costado,
Yo, Pedro Sánchez Pérez Castejón, no la picho;
Si intentáis que calle y no mienta, vais de lado…
Aunque todo esto no se lo cree ni él,
No encuentra otro modo de a sí mismo ser fiel;
El Iglesias, que aunque parezca una paradoja,
En lo de la resurrección debe creer poco,
Sin mirarle le ha sacado la tarjeta roja;
El Rivera, mirándole a los ojos, el moco
Se lo ha limpiado ensuciándole la hoja
De servicios como Presidente, y el coco,
Como muy pronto ya Ex, con aceite de soja;
A su zaga no le ha ido el Casado tampoco,
Pues le ha puesto verde como hoja de perejil,
Dándole, no obstante, color rojo a su perfil;
Esto han dado de sí uno y otro asalto
Al Poder, todo previsto y sin sobresalto
Alguno… No se puede decir más claro y alto:
Para estos en el camino a la Moncloa un alto,
Y para aquel, el de su casa… ¡un gran salto!.
