Piadoso todos los días
Al cielo elevo mis preces
Para no tener que oír,
-Cuando no son tonterías,
Porque son gilipolleces-,
A cuantos su ir y venir
En esta vida es de ver
Tal que de principio a fin
Se las arreglan por ser
Políticos de postín;
Con tal de ocupar escaño,
Da igual naranja que azul,
Verde, morado o rojo;
Y si pinta mal el año,
Andar con pana o con tul,
Como puta por rastrojo;
El mudarse de camisa
Legitiman con tal pico,
Que no es lo suyo la Misa,
Ni tampoco pala y pico;
El habla de la que gala
Hacen es como la piel
Varia del camaleón;
Lo mismo hacha que tala,
Que colmena que da miel
O de la doblez pendón;
Si alguno, punto en boca
Se larga, tira que tira;
Mas su vergüenza es tan poca,
Que tan solo en la mentira
Cifran toda su carrera,
Sin saber nunca en qué acera
Los Políticos siquiera
Aparcarán su quimera,
Hoy dentro, mañana fuera,
O más al uso, dijera
Plantarán su pino en qué era,
Donde tanta cagalera,
Prolífica y verdadera,
Su desahogo tuviera.
