El periodista y escritor Arcadi Espada se cobra alguna que otra deuda con el que fuera hasta hace tres meses líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
El columnista de El Mundo reflexiona este 16 de febrero de 2020 sobre las causas y culpables del hundimiento del partido naranja y estalla ante las insinuaciones de que la responsabilidad haya podido ser de la parte intelectual de la formación.
Espada tiene claro que en todo caso quien tiene la mayor cuota en el fracaso es Rivera, pero también pone otros nombres de peso:
La historia última de Ciudadanos no es la del fracaso de los intelectuales en política. Todo lo contrario. Ciudadanos es el fracaso de los iletrados. Pericay (quien fuera candidato de Ciudadanos al Parlamento de Baleares en 2015) sostiene con pruebas que el partido estaba en manos de cuatro personas: Rivera, Villegas, Hervías y Páramo.
Se pregunta con mucha guasa que:
No sabemos qué número de libros suman entre todos. Pero hay una pista: «Hervías se jactaba de no leer libros. De ahí que a la hora de rodearse de acólitos su predilección recayera en los culturalmente yermos, o sea, en los bien llamados hervívoros, en tanto en cuanto no comen carne de libro».Alguien objetaría: «Hombre, pero quién puede demostrar que Ciudadanos cayó por la condición de iletrados de sus líderes… ¡Solo hay que ver quién dirige a los partidos que triunfan!». Desde luego. Pero entonces tampoco debe admitirse que los fracasos políticos de los intelectuales procedan de esa condición.
Añade Espada que espera con impaciencia el libro de Albert Rivera para saber a qué o quién responsabilizará de la caída de Ciudadanos:
La hipótesis iletrada es una más entre las que pueden explicar la ruina de Ciudadanos. Se añade a la posible acción deletérea del Maligno, sea en forma de azar, ibex, periódicos o trama nacionalista. Tengo una gran curiosidad por saber a qué la atribuirá su líder en el libro que prepara, y que supongo que, aparte de escribirlo, también leerá.
Y asegura que el exlíder del partido naranja desoyó muchas voces que le aconsejaron en abril pactar con el PSOE para evitar, precisamente, el panorama que vivimos tras las elecciones del 10 de noviembre de 2019 y la investidura post navideña de Pedro Sánchez:
En todo caso la hipótesis iletrada tiene para Ciudadanos especial interés, porque el partido surgió de la iniciativa de 15 intelectuales, más o menos listos. Y porque en los días difíciles que acabaron, provisionalmente, con el mejor proyecto político que haya habido después de la Transición, todos esos intelectuales –salvo Albert Boadella, que ya dijo que por no ser intelectual tenía una opinión discrepante– advirtieron repetidamente a Albert Rivera, después de las elecciones de abril, que debía intentar un gobierno de coalición con los socialistas. La razón fundamental estaba inscrita en el Adn de Ciudadanos: la necesidad de apartar a los nacionalistas del eje decisorio de la política española. Pero los iletrados dijeron que no y después, ¡vamos!, ya vino el perrillo Lucas, lactante.
