LUIS VENTOSO PINTA UNA ESPAÑA QUE NO ESTÁ PARA ESTE TIPO DE AYUDAS SIN UN CRITERIO CLARO

Ingreso Mínimo Vital: ¿Un ruinoso ‘cheque PSOE-Podemos’ con el que perpetuarse en el poder gracias a votos cautivos?

"Este Gobierno de aprendices fue incapaz de movilizar las ayudas y créditos con diligencia y la Administración se atascó"

Ingreso Mínimo Vital: ¿Un ruinoso 'cheque PSOE-Podemos' con el que perpetuarse en el poder gracias a votos cautivos?
Pablo Iglesias y María Jesús Montero dan cuenta de los detalles sobre el cobro del Ingreso Mínimo Vital.

Mal deben de andar las cosas por Moncloa cuando el Gobierno socialcomunista necesita tanto marketing y tanta pomposa presentación de una ayuda.

Porque, no nos engañemos, ese Ingreso Mínimo Vital es simplemente una mera papilla para alimentar a alguien con avitaminosis, un fuego de artificio que dura lo que dura.

Luis Ventoso escribe este 30 de mayo de 2020 que mientras países y dirigentes nada izquierdistas como el presidente Donald Trump han ingresado sin trámite alguno las ayudas necesarias a los más desfavorecidos por la crisis económica que ha dejado tras de sí el coronavirus, en España aún estamos en esa fase de la propagande y del ya veremos cómo se cobra esa ‘paguita’:

Supongo que convendremos en que Trump no es socialista. Pero el 16 de abril, ante la abrupta paralización de la primera potencia mundial por la pandemia, tomó una decisión de emergencia: una espectacular inyección de ayuda social. Todos los estadounidenses con ingresos por debajo de 70.000 dólares anuales recibieron un cheque del Gobierno de 1.200 dólares para vadear un trance inaudito. Se calcula que el subsidio llegó a 165 millones de ciudadanos, sin necesidad siquiera de que lo solicitasen.

Todo el mundo comparte, liberales incluidos, que existen crisis excepcionales en las que el Estado debe dar soporte a las personas sumidas en la miseria. En España, donde millones de familias viven al día –y con frecuencia con el auxilio de los abuelos pensionistas– cerrar la economía más de sesenta días vació muchas neveras. Se cegaron los ingresos y se acabó la comida. Ahí están las lacerantes colas del hambre ante las organizaciones filantrópicas. Afrontamos un problema económico planetario y colosal. Pero aquí se agudizó porque un Gobierno de aprendices fue incapaz de movilizar las ayudas y créditos con diligencia y la Administración se atascó.

Entiende el columnista de ABC que se ayude a los más necesitados, pero ya pone en tela de juicio que esa cantidad se convierta en un perpetuo ‘sueldo Nescafé‘:

Por todo ello, es lógico que España apruebe un subsidio de emergencia para familias en apuros extremos. El debate radica en si es acertado que el Gobierno convierta lo que ha bautizado como «ingreso mínimo vital» en un «derecho social» permanente, que otorgará un mínimo de 461 euros a todo individuo sin ingresos y hasta mil a las familias con hijos.

Hace un bosquejo de nuestra realidad económica y todo hace indicar que las cuentas no cuadran para sostener esos, de momento, 3.000 millones de euros que costaría de inicio ese Ingreso Mínimo Vital:

La primera duda estriba en si España está en condiciones de sostener semejante gasto (3.000 millones para arrancar). Tenemos la cabeza llena de pajaritos. No queremos asumir la realidad: en este país a día de hoy peligran las pensiones, porque las cuentas de la Seguridad Social no cuadran y se están pagando a crédito. Existen comunidades con más pensionistas que cotizantes activos. Además, nuestra extraordinaria sanidad pública es otro pozo sin fondo, difícilmente sostenible con su formulación actual. Por último, el desempleo masivo va a disparar las prestaciones de paro. ¿Está el país que hemos retratado en condiciones de mantener un sueldo permanente para 850.000 hogares, con 1,6 millones de beneficiarios? No. Aunque sí lo podría hacer puntualmente durante lo más agudo de la recesión.

Para Ventoso, el principal temor es que estas ayudas se conviertan en una especie de PER que acabe por fumigar todo tipo de iniciativa tendente a la creación y a la búsqueda de empleo:

La segunda duda que suscita el modelo, vendido ayer por un Iglesias exultante, es que está archiprobado que a largo plazo este tipo pagas sociales anestesian la iniciativa y no contribuyen a la prosperidad general del territorio, sino a su estancamiento. Ahí están los ejemplos paradigmáticos del maltrecho Norte de Inglaterra y del PER andaluz. En los peores casos, se teje además una red clientelar que acaba corrompiendo la democracia. Véase la Venezuela chavista. O la enfermedad endémica argentina, esa malla peronista de subvenciones instaurada en los años cuarenta (esta misma semana, Argentina ha reconocido su octava suspensión de pagos).

Y sentencia con una reflexión más que acertada:

El día de ayer puede cambiar España. Porque no está claro si se ha aprobado una ayuda ante una emergencia, lo cual sería razonable; o un ruinoso «Cheque PSOE-Podemos» con el que aspiran al mandato perpetuo merced a un electorado cautivo.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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