42 cumpleaños de la Constitución Española.
Este 6 de diciembre de 2020 la Carta Magna está de celebración en un momento sumamente delicado ante la debilidad de quien debía ser garante de su estricto cumplimiento y aplicación.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha entregado de hoz y coz a comunistas, separatistas y herederos políticos de la banda terrorista ETA para poder tener aprobados los Presupuestos Generales del Estado para 2021.
Y el precio a pagar, evidentemente, no va a ser precisamente barato.
Reagrupamiento de etarras en cárceles del País Vasco y posterior liberación, salida de los presos golpistas en Cataluña, buena mordida por parte de los nacionalistas-separatistas en los PGE y, a medio plazo, intentar forzar la maquina para otro referéndum de autodeterminación y, de paso, dinamitar la Constitución que se dieron en 1978 todos los españoles.
Por eso, Vicente Vallés, en su tribuna dominical de La Razón, no duda en aseverar que la aprobación de las cuentas para el ejercicio venidero de 2021 contiene mucho veneno y, sobre todo, va a resultar un ejercicio diabólico de tener que contemporizar entre quienes pretenden cargarse de raíz la unidad constitucional y aquellos que abogan por la vigencia de la Carta Magna.
El presentador de las noticias de Antena 3 en su edición de las 21 horas de lunes a viernes pone, a modo de ejemplo, una larga lista de nombres con los que el presidente del Gobierno va a tener que fajarse.
Ahí están los Arnaldo Otegui, Mertxe Aizpurúa, Joseba Asirón, todos estos de EH Bildu; Marta Vilalta (ERC), Pablo Iglesias y Jaume Asens (Unidas Podemos) que han dejado claras sus pretensiones.
A todos, en mayor o menor medida, les importa una higa la gobernabilidad de España. Es más, para todos la estancia de Pedro Sánchez en La Moncloa es una ventana de oportunidad que ninguno quiere dejar escapar porque ven la posibilidad de resquebrajar España formando sus pequeños Estados republicanos.
Y por si el inquilino de La Moncloa no se hubiese enterado, ya se lo recordó una de las portavoces de EH Bildu en el Congreso de los Diputados. La parlamentaria Aizpurúa fue muy clara al respecto:
Hoy comienza una nueva etapa. Ya hay legislatura. El gobierno ya tiene presupuestos y ahora no hay excusas. Seremos mucho más exigentes con el Gobierno. Libertad nacional para vascos y catalanes.
Por eso, Vicente Vallés no alberga la menor duda de que Pedro Sánchez lo va a tener en chino para poder defender la Constitución al tiempo que se encama con lo más ‘granado’ del separatismo y nacionalismo vasco y catalán, amén de tener que contentar a cada instante a su socio comunista de Unidas Podemos:
El presidente Pedro Sánchez se comprometió hace días en un discurso ante sus compañeros de partido a que «mientras el PSOE empuñe el timón del Gobierno, la Constitución regirá en España de un punto a otro y de principio a fin. Vamos a defender la Constitución a las duras y a las maduras». Hacer compatible este discurso con el de Iglesias, Asens, Otegi, Aizpurúa o Vilalta será el próximo malabarismo de un presidente que ha demostrado ser un formidable prestidigitador.
Y el bandoneón del tango de la autodeterminación lo está tocando Podemos. Es decir, el propio Gobierno de la Nación, del que forma parte
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