“Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán”

Ya se sabe en qué momento se jodió España

Zapatero, el más vitriólico de los presidentes, rompió el esquema de los estatutos de autonomía

Ya se sabe en qué momento se jodió España
Zapatero con Pedro Sánchez.. PD

Ya se sabe en qué momento se jodió España

Rememorando la frase de Mario Vargas Llosa en su novela Conversaciones en La Catedral: “¿En qué momento se jodió el Perú?, muchos intelectuales, historiadores y curiosos de aquí y de allí se hacen la misma pregunta con relación a España: ¿En qué momento se jodió España?

Y aunque no hay unanimidad lleva mucha delantera el 11 de marzo de 2004, tres días antes de las elecciones generales del domingo 14, cuando unos terroristas yidadistas hicieron explotar cuatro trenes de cercanías de Madrid, asesinando a 193 pasajeros y dejando heridos a casi dos mil.

El Gobierno de José María Aznar López mantuvo, contra numerosas evidencias, que había sido ETA y el avispado Alfredo Pérez Rubalcaba, director de la campaña electoral del PSOE, montó una gigantesca operación mediática, con el legítimo apoyo del Grupo Prisa, diciendo que Aznar mentía y que habían sido los yihadistas para vengarse por el apoyo público del ejecutivo español a la invasión norteamericana de Irak.

Y contra todo pronóstico de la ciencia empírica, refrendada en otros países en situaciones similares, en lugar de unirse los ciudadanos en torno al duelo nacional y en la defensa del Estado, se dividieron como hienas. Y también contra todo pronóstico y frente a la totalidad de las encuestas previas, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero ganó (165 escaños) al popular Mariano Rajoy Brey (148).

Cuando el leonés nacido en Valladolid (4-agosto-1960) se puso a los mandos del poder ejecutivo, España empezó a joderse por donde más cabía: por remover las cenizas de la Guerra Civil para resucitar el guerra-civilismo, y por excitar y después facilitar la labor de los independentistas, tras la célebre frase zapateril: “la nación española es un concepto discutido y discutible” (18-diciembre-2004).

Hasta otra de sus conocidas expresiones: “Lo que pasa es que nos conviene que haya tensión” (13-febrero-2008, en una entrevista a Iñaqui Gabilondo Pujol, previa a las elecciones generales del 9 de marzo de 2008, en las que fue reelegido con 169 escaños, frente a 154 de Rajoy), Zapatero ya había comenzado a joder España aprobando (para “tensar”) la malhadada Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de la memoria histórica, que tanto daño sigue haciendo a la convivencia de los españoles, que en la Transición perdonaron y olvidaron para hacerla posible.

Y no contento con ella y para seguir tensando, impulsó, sin necesidad ni demanda de parte, nuevos Estatutos, los denominados 2.0, en diversas comunidades autónomas, empezando en el 2006 por el de Cataluña, que en otra de sus máximas para la posteridad: “Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán”, caló y bien en los secesionistas.

Aunque Alfonso Guerra González, presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, se ocupó de “pasarle la garlopa”, las Cortes Generales aprobaron el texto con notables puntos inconstitucionales. Y merced a otra insensatez previa cometida al alimón por el PSOE y el PP, que cambiaron la obligación de someter al Tribunal Constitucional (TC) cualquier ley orgánica antes de su entrada en vigor, se llevó previamente a referéndum de los catalanes, aprobándose el texto por una mayoría suficiente pero menor a la del Estatuto de 1979.

Después de esa consulta y con él en vigor se sometió al juicio del TC y éste suprimió varios puntos por inconstitucionales y aclaró cómo debían interpretarse otros de dudosa legalidad. El cambio del orden (referéndum antes que consulta al TC) resultó atroz para la unidad de España porque los votantes, no sin razón, se consideraron engañados y los independentistas engordados y con munición para años.

Zapatero, el más vitriólico de los presidentes, rompió el esquema de los estatutos de autonomía y como ha declarado a ABC Rafael Arias-Salgado, “pone en marcha un proceso de cambio institucional que da lugar a una exigencia autonómica que roza la incompatibilidad con el texto constitucional, y lo hace por un planteamiento de poder, que es lo más grave. Una alianza del PSOE con los nacionalistas y la extrema izquierda garantiza el poder de la izquierda en España sin solución de continuidad, sine die. Está escrito en el pacto del Tinell”.

Y ese leonés nacido en Valladolid que nos dejó ese legado y una situación económica propicia para el rescate europeo, es ahora impulsor y alabador del podemita Pablo Iglesias Turrión,  asume con desvergüenza mundial la función de testaferro en Europa de la dictadura chavista (es antológica la foto del dictador Nicolás Maduro escoltado por Manuel Zelaya, Zapatero, Evo Morales,  Rafael Correa  y F. Lugo) y se pasea por los platós para dar consejos, como si no nos bastara con sufrir a su sucesor y ahijado, Pedro Sánchez Pérez-Castejón (PSP-C). Zapatero modeló un PSOE no europeo y Sánchez lo ha convertido directamente en el PPSP-C y garante del Tinell.

Como ha escrito varias veces Ignacio Camacho, citando a un ex dirigente del PSOE del que mantiene el anonimato, que Zapatero ganase las primarias del PSOE  fue “la peor noticia política para España en lo que va de siglo porque Pedro está en el PSOE pero no es del partido, sólo de sí mismo, y va a convertir un pilar del constitucionalismo en una plataforma populista a su propio servicio”. Pues sí, es lo que ha hecho y la razón por la que ha puesto cerco a la Constitución, gobierna con quien gobierna, se apoya en quien se apoya, pronostica que la derecha no volverá jamás al Gobierno y ha hecho de la mentira herramienta política cotidiana.

Los mismos intelectuales, historiadores y curiosos que creen que España se empezó a joder el 11 de marzo de 2004, son incapaces de saber cuándo podrá desjoderse y volver a ser un proyecto de vida en común en el que la democracia, “la menos mala de las formas de gobierno”, siga estableciendo un equilibrio entre orden y libertad  y en el que la Justicia siga siendo la clave del bóveda del Estado de Derecho.

No intuyen ni por asomo la fecha ni las dos personas (del PP y del PSOE) que lo puedan hacer al unísono. Yo tampoco.

JORGE DEL CORRAL Y DIEZ DEL CORRAL

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Autor

Jorge del Corral

Hijo, hermano y padre de periodistas, estudió periodismo en la Escuela Oficial de Madrid. Ha trabajado en cabeceras destacadas como ABC y Ya. Fue uno de los fundadores de Antena 3 TV. Miembro fundador de la Asociación de Periodistas Europeos (APE) y del Grupo Crónica, creador de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión (ATV) y fundador de la Unión de Televisiones Comerciales (UTECA). Un histórico de la agencia EFE, donde fue subdirector y corresponsal en Roma.

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