Es la ocasión de oro que tanto tiempo ha estado aguardando Pablo Iglesias.
Aunque sea vicepresidente segundo, el de Unidas Podemos no va a dejar pasar la oportunidad que le brinda la cuarentena de Pedro Sánchez para intentar hacer alguna de las suyas.
Los morados siguen empeñados en marcar la agenda de Moncloa, aunque también son conscientes de que no pueden tensar en demasía la cuerda, básicamente porque tanto a Iglesias como a Sánchez les une algo esencial, que los partidos de centro derecha lo tengan en chino para poder volver a gobernar España.
Carlos Herrera, en este 18 de diciembre de 2020, escribe en su tribuna en el diario ABC que se malicia alguna trastada del vicepresidente podemita y responsable de Agenda 2030.
Entiende el también director de ‘Herrera en COPE’ que Iglesias está ante el momento que más ha anhelado, poder ejercer el de presidente en funciones, aunque tenga que ser puenteando a Carmen Calvo:
La ausencia de Sánchez puede ser aprovechada por Pablo Iglesias para lucir músculo o marcar paquete en forma de cualquier tipo de estupidez.
Herrera tampoco duda de que las peleas que el político morado protagonice con el presidente o los ministros socialistas es mero atrezzo:
De vez en cuando teatralizan algún desencuentro para que la prensa desafecta salive durante unas horas, pero al poco vuelven a estar los dos en lo mismo: que aquí no vuelva jamás a gobernar la derecha.
El columnista de ABC apunta varias razones para que ambos socios se mantengan de acuerdo en lo esencial y seguir en la poltrona. Uno de esos motivos perentorios es demoscópico. Aunque el PSOE conserva su suelo y gana algún que otro apoyo, a Sánchez no le llega y precisa del apoyo de los morados, aunque a estos las proyecciones no les salen muy favorables.
Lo que sí le sorprende a Herrera es la confianza de los electores del PSOE en Pedro Sánchez, un 28% capaz de volver a votar al actual mandatario a pesar de que los hechos han demostrado que se está ante un Pinocho de la política:
Su electorado, un 28% del censo, no considera grave que su presidente sea un embustero contumaz, un gestor lamentable y un individuo capaz de entregar lo que le pidan los más miserables del arco político de España con tal de seguir en el poder.
Carlos Herrera rememora todas las ‘hazañas’ de Sánchez desde que ejerce como presidente y que van desde los ataques a la lengua vehicular de todos los españoles, tratar de erradicar la educación concertada, el convertir al etarra Otegi en un interlocutor preferente, mimar en todo lo posible a los políticos golpistas del 1-O del 2017, hostigar a la Casa Real o acorralar a la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso.
Asimismo, el periodista almeriense ve que a Sánchez también le salvan la cara los partidos de derecha por su constante división:
Ejercen el papel honroso de tontos inútiles y ven disiparse su posibilidad de desbancar al líder del momento merced a la imposibilidad de su entendimiento.
