Dice el clásico que cuando el enemigo habla bien de uno, algo debe de estar haciéndose mal.
Por eso, tal y como bien expone este 26 de diciembre de 2020 el columnista Luis Ventoso en el diario ABC, no hay mejor noticia que constatar el hecho de que ni a podemitas ni a separatistas catalanes les ha satisfecho el discurso de Navidad de Felipe VI.
El articulista deja patente que todas las burdas maniobras para meter cuchara en el mensaje navideño del monarca español quedaron anuladas ante su firmeza regia.
Felipe VI, a estas alturas de la película, no iba a dejarse monotorizar y a fe que demostró ante millones de españoles que no iba a salirse de lo que ya venía bullendo en su cabeza desde hace muchas semanas.
Para Ventoso, el Gobierno socialcomunista y sus terminales político-mediáticas lo único que han hecho ha sido el ridículo más espantoso:
Sonaba un poco ridícula la campaña zafia y forzada del Gobierno y sus adláteres mediáticos en vísperas de su discurso de Navidad, metiéndole presión día tras día y queriendo convertir esa alocución, más bien ritual, en el meollo del debate público.
El columnista del diario ABC resalta que el monarca no ha sorprendido a los ciudadanos porque, precisamente, ha cumplido con las expectativas de los mismos, que es estar en la defensa de la Carta Magna:
El Rey ha estado donde le toca por razón de cargo, con nuestra democracia y con nuestro orden constitucional.
Los Iglesias, Rufián, Otegi y compañía hubieran anhelado otro tipo de mensaje por parte de Felipe VI, pero, desde luego, más les hubiese valido comunicar sus deseos al olentzero o a la momia de Lenin porque el monarca, insiste Ventoso, hizo lo que de él se esperaba, por mucho que alguno quiera ahora colgarle la etiqueta de friki:
El Rey estuvo con la Constitución, la democracia, la concordia, la ejemplaridad pública, la sensibilidad social y la esencia cristiana de España. ¿Es algo raro? ¿Es un friki de valores carpetovetónicos? Me temo que no. Todo lo que dijo concuerda con la inmensa mayoría de los españoles.
Y asegura en la conclusión de su tribuna que lo mejor del mensaje del rey Felipe VI es que no gustase precisamente a esa pléyade de políticos como los de Unidas Podemos, ERC o JxCAT. Y es que los Iglesias, Rufián o Borràs de turno suelen identificar erróneamente sus deseos con los de todos los españoles y los ciudadanos, con más altura de miras que muchos políticos, han dejado claro su respaldo a la figura del actual rey y a la de la propia institución monárquica:
A Podemos, Rufián y Laura Borrás no les ha gustado nada el discurso de Felipe VI. Excelente noticia. No hay que añadir más. Es la prueba empírica de que ha sido el mensaje adecuado. El Rey nunca ha sido un punto de fricción y riesgo para España. La minoría de intolerantes doctrinarios que confunden sus ampulosos ombligos con el sentir de todo el pueblo español, sí.