¡Malas noticias para los Iglesias, Rufián, Junqueras u Otegi!
Toda esta caterva que está forzando la maquinaria para que España se acueste siendo una monarquía y se levante hecha toda una señora Tercera República han comprobado que la realidad se impone a sus deseos.
Al igual que la reina malvada de Blancanieves veía como el espejo le escupía la terca verdad de que había una joven mucho más hermosa que ella, a los separatistas, comunistas y filoetarras las encuestas, incluso las que tienen un cocinado previo a favor de la causa republicana, les dan la espalda.
Guste o no a esos políticos y a sus correligionarios, España es, hoy por hoy, constitucional y monárquica. Los sondeos son más que evidentes, por mucho que alguien como el vicepresidente segundo del Gobierno socialcomunista, Pablo Iglesias, se embutiera en el traje de Papá Lenin para animar a los españoles a que durante la cena de Nochebuena hablasen de la República.
Vicente Vallés, en un elocuente artículo en La Razón este 27 de diciembre de 2020, hace las cuentas y, desde luego, el resultado es más que evidente, que quienes promueven una España republicana van a tener que esforzarse mucho más porque, a día de hoy, los números dejan claro que, en el mejor de los casos, solo un 20% estaría por la labor de acabar con la Carta Magna y, por ende, la Corona.
El presentador de Antena 3 Noticias toma como referencia dos muestreos, la encuesta del CIS de Tezanos, cuyos resultados siempre hay que coger con pinzas y un sondeo de laSexta.
En ambos casos, sale victorioso Felipe VI. La demoscopia oficial reza que la monarquía solo es un problema para el 0,3% de los españoles y en la consulta de la segunda cadena de Atresmedia el dato no puede ser más revelador. Más del 54% de los ciudadanos se decanta a favor de la Casa Real por algo más de un 30% que opta por la República.
Es más, Vicente Vallés da otro dato esencial, que es que los partidos que proponen la República y que cuentan con representación en el Congreso de los Diputados solo suman un 20% de los escaños, lo cual es a todas luces insuficiente para promover cambio alguno:
Proponer que España sea una república es legítimo y democrático. Lo es, incluso, cuando el modelo de república que se nos ofrece es más bolivariano que francés, italiano o alemán. Pero para que ese cambio se ejecute tienen que cuadrar los números. Y quienes nos han animado a debatir sobre la república durante la cena de Nochebuena no tienen tales números, de momento: solo el 20% de los escaños del Congreso pertenece a partidos que propongan abiertamente cambiar el modelo de Estado. No hay masa crítica suficiente para voltear la España constitucional surgida en 1978.
No obstante, Vallés considera que sería bueno para la monarquía que contase con más apoyos amén de los que ya tiene a la derecha del PSOE pero que, siguiendo ese mismo argumento, una Tercera República contaría con la misma lacra al tener solo el respaldo de partidos de la extrema izquierda.
Para el periodista de Atresmedia la solución es bien sencilla:
Un gran acuerdo nacional solo puede ser sustituido por otro gran acuerdo nacional. Lo contrario sería la imposición de una parte sobre las demás. Y, precisamente para evitar imposiciones y privilegiar los consensos amplios, las Cortes Constituyentes protegieron de forma especial el modelo de Estado con exigencias más estrictas para su reforma. Así, solo una amplia mayoría de españoles podrá cambiar lo que otra amplia mayoría de españoles decidió democráticamente.
