Hace un tiempo en algunos medios se apuntó que era posible que esta legislatura no terminase en la fecha prevista, pues las elecciones podrían adelantarse al próximo año.
Con posterioridad, pongamos como un mes, otras informaciones deslizaron que probablemente en el próximo otoño fuésemos a las urnas. Nos acordamos del refrán “cuando el río suena, agua lleva”, y pensamos ¿pasa algo?, ¿qué estarán tramando?
En esta tesitura el jefe morado anuncia hace pocos días que renunciará a su puesto para concurrir a las elecciones en Madrid.
A los ciudadanos nos cogió por sorpresa, aunque quizás algunos de sus allegados supiesen algo.
Quien sí parece que quedó descolocado fue el jefe del no gobierno, pues estaba en un acto con el presidente francés en el país de este último.
¿Se imaginan la cara que pondría al enterarse?, ¿qué le diría a su anfitrión?
Desde luego hay que apuntar que el morado no tuvo la menor cortesía en sus formas.
Aprovechó que “cum fraude” estaba fuera para darle la patada.
Suponemos que éste último se habrá acordado de cuando decía, poco más o menos, que no podría dormir tranquilo gobernando con los morados, ni los españoles tampoco.
¿Quién la iba a decir el numerito que le han montado? La cosa no queda ahí, según parece el morado ya dijo quien tenía que sustituirle como vicepresidente segundo, aunque quizás no lo consiga.
Una vez más el refranero popular nos da la razón. Ya saben “cría cuervos y te sacarán los ojos”.
El jefe morado se va a presentar a las elecciones en Madrid. De entrada ya ha tenido un tropiezo, el partido formado en la comunidad, por una escisión en el suyo, hasta ahora le ha dicho que de ir juntos ni hablar.
No creemos que gane, y suponemos que el interesado tampoco lo cree para sus adentros, pues sería un milagro, él lo sabe perfectamente, y estos abundan poco últimamente.
Entonces ¿para que la jugada? Aquí se abren varias hipótesis.
Si el rumor que comentamos al principio tiene un fundamento, esa convocatoria electoral supondría un reconocimiento implícito del fracaso en la gestión, por lo que hábilmente abandona el barco antes de que se hunda. Es más, podría ponerse como víctima que se sacrificó para dar un toque de atención a los colorados sobre sus errores.
Otra posibilidad es que en el desgobierno no pueda maniobrar con total libertad a sus anchas. Entonces suelta amarras y es totalmente libre para hacer lo que quiera en todo momento.
También debemos considerar que desde Madrid, y es posible que como jefe da la oposición, su voz se oirá mucho más, siempre estará en el candelero.
Tendrá mucha más facilidad para pregonar sus ideas y muchas menos responsabilidades que en el ministerio que hasta ahora teóricamente dirigía; decimos esto porque con el cuento de la mayor parte de sus competencias están traspasadas a las comunidades, parece que no se enteró de los problemas que la pandemia ha originado en las residencias de ancianos.
Lo que si tenemos seguro es que a la capital le ha caído una buena cruz con esa persona, pues no va a arreglar nada, sino todo lo contrario, a enredar todo para su conveniencia.
No olvidemos, como hemos apuntado en varias ocasiones, que al frente populismo le conviene que las cosas vayan mal, pues ese es su caldo de cultivo.
Entonces se presentan como los salvadores limpios de polvo y paja, aunque sean ellos los que la hayan esparcido.
Solo nos queda esperar los acontecimientos y aconsejar a los madrileños que voten con la cabeza y no se dejen engañar.
