Tiene baraca.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y flamante ganadora de las elecciones del 4 de mayo de 2021, disfruta de una especie de protección divina que la ha ido fortaleciendo en su carrera política.
Porque, como bien recuerda este 9 de mayo de 2021 el periodista Vicente Vallés en La Razón, la líder del Partido Popular madrileño podía estar a estas horas ejerciendo la labor periodística en vez de estar rigiendo el futuro de la región desde la Puerta del Sol.
Ayuso, justo cuando Mariano Rajoy era desalojado de La Moncloa un 1 de junio de 2018 por la moción de censura presentada por Pedro Sánchez (PSOE), se planteó seriamente dejar la política y dedicarse a lo que había estudiado, periodismo.
Su último tren para seguir vinculada a la vida pública pasó por unir su destino a la suerte que corriera Pablo Casado en las primarias del PP de ese verano de 2018.
La sucesión de Rajoy era, teóricamente, cuestión de dos mujeres, la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y de María Dolores de Cospedal, exministra de Defensa.
Casado, que logró meterse en la pugna, tenía claro que si salía derrotado del envite también dejaría la política.
Pero la moneda al aire le resultó favorable, salió cara y, ya como presidente, movió los hilos para designar candidatos a las alcaldías y autonomías.
E Isabel Díaz Ayuso fue de sus primeras decisiones. Algo que, tal y como cuenta Vallés, no gustó nada dentro del Partido Popular:
Dirigentes con trayectoria y colmillo retorcido dejaron ver su incredulidad ante esa elección tan arriesgada. Y los rivales internos y externos iniciaron entonces un carrusel de burlas, ofensas y desprecios, sottovoce o a voz en grito. Ayuso no ganó, pero sí gobernó.
Y le han bastado menos de dos años en la Presidencia de la Comunidad de Madrid para demostrar que es una política de gran talla y resistencia frente a las burlas y menosprecios:
La misma Isabel Díaz Ayuso ridiculizada y ultrajada por sus rivales de fuera y de dentro, ahora ha batido en las urnas al imbatible Pedro Sánchez, a sus infalibles asesores y a quien ha utilizado para ella calificativos como fascista, trumpista, tabernaria y amante de los berberechos, con arrogancia y superioridad moral injustificadas.
Para Vallés, la jefa del Ejecutivo madrileño ha sabido tener la inteligencia política necesaria para reconocer que su aplastante triunfo en la noche del 4-M se debió a un importante número de votos prestados.
Destaca el periodista de Antena 3 que la líder popular ha tenido también la capacidad de recoger a la vez votos de otras formaciones y de saber frenar el ascenso de VOX, máxime después de lo acontecido en Cataluña el 14 de febrero de 2021 donde los de Santiago Abascal casi cuatriplican al PP:
Ayuso se ha convertido en la primera dirigente del PP que, a la vez, consigue recoger los votos de Ciudadanos –casi la totalidad–, algunos del PSOE, y además frena el avance de Vox, que hace tres meses sorpassó al PP en Cataluña. Además, ha sabido convertirse en la referencia del liberalismo y del antisanchismo, y ha arrebatado esas banderas a Ciudadanos.
