"La definición de consentimiento hace grotesca e inútil la 'ley Sisí'"

Losantos: «Con la ‘ley del solo sí es sí’ la presunción de inocencia queda en la checa más próxima»

"No hay forma recta de hacerlo, así que deberán esperar al tribunal popular de Sálvame, donde Jorjeja y Jotía Montero deciden si hay delito y a quién linchar"

Losantos: "Con la 'ley del solo sí es sí' la presunción de inocencia queda en la checa más próxima"
Federico Jiménez Losantos e Irene Montero.

Para echarse a temblar.

El llamado «consentimiento» a la hora de iniciar cualquier contacto amoroso entre dos personas va a estar regulado de tal manera que los varones ya pueden ir yendo a las citas provistos de un notario que dé fe in situ o de un abogado que les aconseje la mejor forma de ligar con una fémina para que esta no acabe presentando una denuncia por supuesto acoso.

Federico Jiménez Losantos se teme las perniciosas consencuencias que va a acarrear la aprobación de la ya tristemente famosa ‘ley del solo sí es sí’.

El director de ‘Es la Mañana de Federico’ (esRadio) escribe este 7 de julio de 2021 en las páginas de El Mundo una tribuna sobre la caprichosa y sectaria ley que se ha empeñado en sacar adelante la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Subraya que ese marco legal no busca cortar los abusos, sino obligar a los magistrados a que reinterpreten la Justicia al estilo de lo que impone la izquierda:

Como todas las leyes comunistas de este Gobierno –Violencia de Género, Memoria Histórica, ley trans, Seguridad Nacional–, esta no busca remediar un mal o castigar un delito sino imponer una visión del mundo de extrema izquierda y obligar a los jueces a saltarse el Estado de derecho para interpretar la ley.

Por supuesto, Losantos apunta que al final lo que se pretende es que las causas penales acaben siendo juzgado en un plató de televisión. Y no en cualquiera, sino en el de Telecinco, con Jorge Javier Vázquez como supremo juzgador:

Pero no hay forma recta de hacerlo, así que deberán esperar al tribunal popular de Sálvame, donde Jorjeja y Jotía Montero deciden si hay delito y a quién linchar. Porque de eso se trata: de linchar al tío por lo que haya podido hacer, lo haya hecho o no, sin más pruebas que la declaración de la tía.

Losantos denuncia las incoherencias de una ley que solo favorece a una de las partes y que permite cambiar a capricho el contexto de la situación.

Se cuestiona por cuáles son las circunstancias que darían motivo o no a una denuncia:

La definición de consentimiento hace grotesca e inútil la Ley Sisí: «Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona». ¿Qué significa «en atención a las circunstancias del caso»? ¿Qué circunstancias, qué caso? ¿Un ligoteo de bar, el saludo de un ex ante un in, la tabarra de un borracho, un profesor como Iglesias que, según una alumna, dijo «voy a refrescarme al baño, te espero allí», un apetecible compañero sexual que revela aficiones que no apetecen, un grupo agresor, un violador?

Concluye el columnista con una pregunta a la que él mismo da respuesta sobre lo que va a pasar con la presunción de inocencia de aquel incauto al que una mujer pretenda meter en un embrollo judicial en el que solo tendrá valor lo que diga la parte denunciante:

Todo lo decidirá el juez, pero atendiendo sólo a lo que digan ellas, que, según las jotías, «ya no tendrán que acreditar que se han resistido o que ha habido violencia». ¿Y dónde quedan el Estado de derecho, la presunción de inocencia y la carga de la prueba? En la checa más próxima.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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