Conoce la política española como la palma de su mano.
Nada se escapa al control de Raúl del Pozo quien, este 10 de septiembre de 2021, lleva a su tribuna de la contraportada de El Mundo, el cabreo, de momento silencioso, de varios militantes del Partido Popular con Pablo Casado.
Y todo a cuenta del proceso electoral en la formación conservadora para elegir a la persona que tendrá que presidir el partido en Madrid.
Isabel Díaz Ayuso era la favorita y prácticamente la única candidata… hasta que Pablo Casado forzó la posibilidad de que el alcalde capitalino, José Luis Martínez-Almeida, también estuviese en la pomada.
Cuenta Del Pozo que el entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid no está por aceptar componendas ni apaños en torno a ese proceso de elección presidencial en el PP madrileño:
Como retorna la hemiplejia del bipartidismo, la atención vuelve al PP, donde se dibuja una lucha por el poder si Isabel, en vuelo libre, aspira a ser líder nacional. Como escribe Juanma Lamet, que sabe de lo que escribe, Díaz Ayuso irá hasta el final para devolver la normalidad al PP. «Ni tercera vía ni leches»: quiere mandar y no va a admitir que coloquen a Ana Camins, de obediencia total a Casado, para evitar que la del cine mudo sea aún más estrella.
Añade el egregio escritor y columnista del diario de Unidad Editorial que a Ayuso casi se la teme más en Génova 13 que en la sede de los socialistas:
La presidenta de Sol anunció que se presentaría a la presidencia del PP de Madrid –en el primer semestre de 2022– y se comprobó que en Génova le tienen más miedo que en Ferraz. Después, coincidieron en un desayuno de Fórum Europa Pablo Casado, Martínez-Almeida e Isabel, y el presidente del PP metió la mano en la cesta de las serpientes al decir que en la sala había dos militantes muy cualificados que van a tener mucho peso. No apoyó a Isabel y empujó al alcalde a la pelea.
Le aseguran desde el propio partido que no hay posibilidad de reeditar aquellos piques entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, máxime desde que el primero perdiera sus segundas generales en marzo de 2008:
En Génova niegan que se vuelva al modelo Rajoy-Esperanza, que no eran del mismo partido: el alcalde y la presidenta son de la misma cuerda que Casado.
Del Pozo da un nombre, el de Teodoro García Egea, como responsable de haber abierto un frente tal vez innecesario:
Cuando empieza el curso político parece que quieren cortar el vuelo a Isabel Díaz Ayuso, y en el partido se preguntan que quién aconsejó a Pablo encender la moqueta. Parece que fue García Egea. Quizás consiga parar a Isabel, pero la onda expansiva lo va a destrozar a él mismo.
Y remacha asegurando que entre la militancia no ha sentado nada bien que se obstaculice la trayectoria de Isabel Díaz Ayuso en el seno del PP:
Me dicen que la jugada ha sentado muy mal a los militantes, que no entienden por qué Casado prefiere un partido roto a un partido ganador. El alcalde nunca pretendió ser el presidente del PP: lo arrastraron a ello. Intentan manejarlo a través de Ana Camins y su equipo de Génova.