Verbaliza en un contundente artículo la indignación que une, a buen seguro, a 47 millones de españoles.
La fundadora de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, escribe este 16 de septiembre de 2021 en las páginas de El Mundo, una tribuna en la que deja aplastado a Pedro Sánchez por blanquear a los independentistas catalanes.
La que también fuera una destacada dirigente socialista asevera que ya no tiene otra vía que no sea la de los medios de comunicación para hacer valer su derecho a la libertad de expresión y a criticar que el presidente del Gobierno haya hurtado a los políticos elegidos en las urnas el control al que estos deberían someterle:
Me dirijo a usted a través de un medio de comunicación porque usted ha decidido negociar los derechos de ciudadanía en una mesa constituida al margen de las Cortes Generales y en foro ajeno a la sede en la que reside la soberanía nacional, de la que es titular el pueblo español.
Enumera Díez las razones que le han llevado a poner negro sobre blanco su queja:
En primer lugar quiero decirle que no tiene usted ni autoridad ni legitimidad para negociar en mi nombre en un foro extraparlamentario; que usted no tiene legitimidad ni autoridad para negociar en una mesa extraparlamentaria sin luz ni taquígrafos ni un solo asunto que ataña al modelo de nuestro país, a su estructura institucional o al derecho de ciudanía que la Constitución me reconoce como ciudadana española.
Usted no es propietario de nuestros derechos, como no lo es de las vacunas que se nos han suministrado. Le niego el derecho a arrogarse una capacidad para negociar la soberanía que reside en el pueblo español. Los derechos que nos reconoce la Constitución no son negociables, usted no tiene legitimación ni autoridad para mercadear con ellos.
«HUMILLA USTED A LA DEMOCRACIA»
Apunta Díez que ella se opone a esa mesa de diálogo porque está al margen de cualquier principio democrático:
Existen razones de orden democrático por las que me opongo a la mesa llamada «de diálogo con Cataluña» que usted ha constituido al margen del parlamento autonómico y del parlamento nacional. Miente usted cuando afirma que esa mesa es un instrumento de diálogo propio de los sistemas democráticos. Muy al contrario: esa mesa es el complemento legitimador de las acciones de los sediciosos golpistas a los que usted acaba de amnistiar colectivamente. La mesa entre dos gobiernos, ajena al foro parlamentario y abierta a negociar «de todo y sobre todo» es una puñalada al orden constitucional y constituye una amenaza para la democracia. Y usted es el máximo responsable.
Para la política vasca, Pedro Sánchez no hace otra cosa que humillar día sí y día también a la democracia:
Humilla usted a la democracia y a todos los españoles cuando acepta debatir con los sediciosos golpistas una fórmula que les permita conseguir mediante la negociación bilateral (como si ambos ámbitos políticos, Gobierno de España y Gobierno de Cataluña fueran homologables) lo que no lograron cuando el 1-O perpetraron el golpe: la autodeterminación y la ruptura de la unidad de la Nación española.
Pervierte usted el orden constitucional cuando reconoce al Gobierno de una región de España la potestad para negociar el futuro de todos los españoles. Da igual que haya acuerdo o no: el hecho mismo de conceder a un Gobierno autonómico esa potestad es una traición a la democracia; y usted es el traidor.
«SECUESTRO DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS»
Para la que fuera líder magenta, el jefe del Ejecutivo socialcomunista pretende darle carta de naturaleza a los golpistas y para ello no duda en inventarse un contexto que no existe para secuestrar, de paso, el papel que debe ejercer el Congreso de los Diputados:
Al sentarse en esa mesa para negociar «un acuerdo que deberá ser refrendado en votación posterior», al hacerlo fuera del parlamento y al margen de los legítimos representantes del pueblo español desborda usted el sistema democrático, legitima la trayectoria de los golpistas y nos acerca al objetivo totalitario de quienes gobiernan en Cataluña. Usted es el traidor.
Las mesas de negociación y diálogo sobre cuestiones esenciales tales como el modelo de país, sólo tienen razón de ser en procesos de transición y para cubrir provisionalmente el vacío de instituciones democráticas. No es el caso; por mucho que usted se empeñe en secuestrarlo, el Congreso de los Diputados existe; por mucho que usted desprecie nuestro orden constitucional, vivimos en una democracia plena, no estamos en periodo preconstitucional o preconstituyente. Su decisión de constituir y mantener esa mesa muestra su voluntad de suspender las instituciones democráticas.
«NINGÚN GOBIERNO NEGOCIA CON QUIEN PRETENDE VOLVER A DELINQUIR»
Recuerda Rosa Díez que Sánchez está negociando con aquellos que han reconocido y hasta se han jactado de que volverán a delinquir:
Negociar fuera del Parlamento cuestiones que son de su competencia constituye una suplantación de las instituciones democráticas. Hacerlo mientras los dirigentes de los partidos con los que negocia alardean de que volverán a delinquir contra el orden constitucional es una humillación para la democracia. Al constituir y mantener esa mesa usted está perpetrando un golpe contra la democracia.
Ningún Gobierno democrático que tenga respeto por su país y/o por sí mismo aceptaría debatir el cambio de su estatus jurídico-político en una instancia extraparlamentaria. Tarea semejante es de exclusiva competencia parlamentaria. Ésta es la naturaleza de la democracia: nadie puede tomar decisiones propias del Parlamento sin formar parte del mismo, y sin deliberar en público explicando sus razones y replicando las del contrario.
Remacha acusándole de traicionar a la democracia y de violar los principios constitucionales:
Por todo lo antedicho le reitero que usted no tiene autoridad política ni legitimación democrática para participar en esa mesa como presidente del Gobierno de España. Y que, al margen de que lleguen ustedes a algún tipo de acuerdo, el hecho mismo de formar esa mesa extraparlamentaria para abordar cuestiones que afectan a la soberanía nacional constituye un acto de traición a la democracia y una violación de la Constitución de la que hago a usted único responsable.
