Tengo un sinvivir: ¿Qué será de Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Carlota Corredera o incluso de Jorge Javier Vázquez si se cancela Sálvame?
La gallina de los huevos de oro de Telecinco ha tenido la peor crisis de audiencia en años. En su historia, en realidad. Uno, pues, fantasea con la idea ver a todas sus figuras más visibles en el paro y se pregunta qué será de ellos.
Hay colaboradores que ‘no me preocupan’. Belén Esteban, hasta escondida en un pueblo de La Mancha siempre va a poder vender lo que sea; hasta que ha ido al baño dos veces al día, si quiere.
Pero si cae Sálvame cae gran parte de la industria del corazón de este país. No sólo pivotan a su alrededor el resto de programas de Telecinco, también las revistas beben de sus personajes.
Si le decimos adiós a Sálvame nos despedimos de una manera de hacer prensa rosa y noto que el público ya está cansado de lo mismo de siempre.
Ahora bien, ¿qué será de ciertos colaboradores cuando estén en la calle? El problema no será su falta de contactos o capacidades sino su pasado.
Hay trabajos que nos condicionan. Muchos de los que están ahí, en el cortijo, han vendido su alma al diablo. Se han humillado y se han creado enemigos a favor del show. Pero nada es eterno. ¿Van a ir a hora a Antena3 a llorar por un puesto? ¿Con qué cara le pides trabajo a los que has descuartizado en público? Es lo bueno de la falta de moral, que te hace atrevido. Lo malo, lo que decía mi madre: la mierda siempre flota.
Kiko Hernández, por poner un ejemplo, se ha mimetizado tanto con su programa que costará verle en otra cosa (ni vendiendo relojes a las tres de la madrugada se quita al personaje).
No deseo que nadie se quede sin trabajo pero si Sálvame sigue de capa caída, tengo sueños húmedos con ver cómo va a reaccionar Carlota Corredera. ¿Podrá soportar no ser presentadora y volver a estar detrás de las cámaras? (Carcajada interior).
Sólo sé una cosa. Harán lo que sea, en Sálvame, para sobrevivir. No les queda otra. Venderán a cualquiera y sortearán la legalidad. Todo por ser ‘eternos’. Se avecinan tiempos oscuros.
